"El perfume" de Etb2
"Con Luis XVI y su esposa Maria-Antonieta, se abandonaron los pesados perfumes de salón por fragancias suaves, más "frescas" y naturales, más agradables y asociadas a la vida campestre.
Los cortesanos decían de Maria-Antonieta, que dejaba tras de si un olor a primavera. Es gracias a su gusto por los baños diarios, perfumados con pequeñas bolas creadas por su perfumista Fargeon a base de incienso y aceites de arándano, de nenúfar o de membrillo y destinadas a desengrasar y blanquear la epidermis, que debe esa reputación de gran frescura, a imagen y semejanza de sus vestidos vaporosos que puso de moda, blancos, en linón de Bruselas y sencillamente ceñidos a la cintura con un lazo, lo que llevó a que se le acusara de querer arruinar las sederías de Lyon"
los guantes cosméticos
¿Cual fue el papel del perfume en la alta sociedad del siglo XVIII? Asociado a los guantes desde finales del siglo XII, la reina Maria-Antonieta parece haber tenido una verdadera pasión por los guantes perfumados. Perfumados, si, pero menos ornamentados que en siglos anteriores, protegían de la suciedad y de los diversos miasmas y se llevaban durante todo el día, hasta la muñeca para los hombres y cubriendo todo el ante-brazo para las mujeres. Maria-Antonieta, que detestaba comer y cenar en público, era entonces muy criticada en la corte de Versailles porque omitía quitarselos en la mesa. Por la noche, las damas elegantes llevaban guantes cosméticos engrasados para preservar la tersura de su piel.
las esencias
¿Cuales fueron las esencias preferidas de la reina?
Maria-Antonieta tiene una pasión por las flores. Crea en Versailles un cargo especial para que todas las estancias de palacio sean siempre decoradas con grandes ramos de flores frescas y su jardín anglo-chino de Trianon refleja sus preferencias por la rosa, la violeta, el jazmín y las tuberosas.
Jean-Louis Fargeon, descendiente de una dinastía de perfumistas de Montpellier, crea para ella perfumes convenientes para cada ocasión. Su "eau d'ange" (agua de angel), concebida para su alumbramiento en 1778, y menos cargante que los "esprits ardents" (espíritus ardientes) que apreciaba hasta entonces .[Leido en retratos de la historia de la coctelera]
Los aromas predominantes en el perfume son lirio, rosa, jazmín y flores de naranjo, con toques de cedro, sándalo, musk y ámbar gris. Este exclusivo perfume, bautizado con el nombre de MA Sillage de la Reine estuvo a la venta en la tienda del Palacio de Versalles en una dición limitada a 1.000 unidades. Cada frasco, de 25ml, con un precio de venta al público de 350€. Crearon también una serie especial de diez frascos numerados de 25cl con un precio de 8.000€ cada uno. Los beneficios que genere la venta del perfume se destinarán a la adquisición, por parte del Castillo, de un baúl de viaje queperteneció a María Antonieta, clasificado como tesoro nacional y que en la actualidad está en manos de un coleccionista privado.
"Tuve un gran problema: no hay un documento histórico que diga 'Este es el perfume de María Antonieta'", explica Kurkdjian, precisando que "en la época no había un sólo perfume, había varios, ya que no era posible conservarlos o reproducirlos exactamente". Gracias a los trabajos de Feydeau, "conocemos sus gustos, hay testimonios escritos. Tomamos las flores que sabemos que ella llevaba y que le gustaban", explica el perfumista. "Sabemos que le gustaba mucho la rosa, los toques florales ligeros, no los perfumes pesados, los olores demasiado animales",
'MA, Estela de la Reina' es la serie limitada que se puso a la venta en la tienda del Castillo de Versalles y en su sitio de internet. (Creo haber leído en su momento que era por encargo)
y ver que actualmente no está a la venta (¡Se las quitaron de las manos!), aunque tiene cosas bien interesantes, y encargar después a un boticario que le reproduzca el perfume con los ingredientes arriba apuntados.
Yo no pude con la novela. Ni en los 80 ni en los 2000. Tampoco pude con la película pero, ¿Quién sabe hoy?
versos de Los dos ángeles
Dos ángeles, uno de la Muerte y uno de la Vida
por nuestro pueblo al romper la mañana pasaron
/.../
pero uno llevaba corona de amaranto, como llama,
y el otro de asfódelos, cual copos de luz.
Henry Wadsworth Longfellow
1 comentario:
Me encantó, un post magnífico y muy interesante (:
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