MODA: Pero yo me acuerdo bien de ello; y sé que una y otra procuramos, a la par, deshacer y volver a cambiar continuamente las cosas de aquí abajo, aunque tú vayas, a este fin, por un camino y yo por otro.
De súbito sonó el clarín llamando al ataque o vinieron a avisarle, el caso es que, en el apuro -para escribir utilizaba un lápiz largo, como de carpintero-, olvidando tomar el fusil, salió a todo correr de la carpa… empuñando el lápiz a manera de arma.
¡En verdad, lo era! Como también lo era la rosa que un miliciano colocara en la boca del caño de su fusil… Es posible que un día ya no existan fusiles o por lo menos ya no sean necesarios en el mundo de la paz que vendrá, pero como dijo el personaje de Mrs. Miniver, el viejo londinense que de día cultivaba rosales selectos y de noche ocupaba su puesto en una de las patrullas de la Defensa Civil: “Siempre habrá rosas…”
Fotografiados por Ethan James Green en un parque de Londres, los modelos posan luciendo una serie de piezas de la marca Alexander McQueen rindiendo homenaje a Oscar Wilde.
He elegido, he vivido mis poemas y, aunque
la juventud se fuera en días perdidos,
hallé mejor la corona de mirto del amante
que la de laurel del poeta.
Chi vuol esser lieto, sia: di doman non c'è certezza.
Y en las sillas de arco iris, dispuestas para los invitados en la Galería Palatina del Palacio Pitti durante la GucciCruise2018, se leen los versos de la Canzona de Bacco, un poema de Lorenzo de Medici también conocido como Il trionfo di Bacco e Arianna:
Chi vuol essere lieto, sia: di doman non c'è certezza
Canzona di Bacco
Quant'è bella giovinezza,
che si fugge tuttavia!
Chi vuol esser lieto, sia:
di doman non c'è certezza.
oggi siam, giovani e vecchi,
lieti ognun, femmine e maschi;
ogni tristo pensier caschi:
facciam festa tuttavia.
Chi vuol esser lieto, sia:
di doman non c'è certezza.
La Gloire de Mon Père: es una novela de Marcel Pagnol que yo leí siendo muy niña, junto a La navaja, de HarrietteArnow, creo que en publicación, ambas en el mismo tomo, de la inolvidable Readers Digest, esa revista que como a tantos y tantos me imbuyó del modelo de vida americano junto a los felices Hollister, aquellos hermanos que se iban a pasar la tarde del sábado al centro comercial, cosa que a mí me parecía lo mas, incapaz de discernir entonces que se tartaba de poco más que la tienda de la gasolinera. Siempre he achacado a esta novela la desazón que me produce el paso del tiempo, su fugacidad, porque en aquel pueblo de Provenza fluía con otro ritmo, muy lento, como arrastrando cadenas. Muchos años después, la leí durante un verano en los Alpes en versión original, francés, y durante otro viaje a Francia me compré la película de la que ahora he sabido Simon Porte Jacquemus es muy fan, de la cual ha cogido su música y ubicación para una colección que presentará en 2018.
Tal es la vida de los hombres. Algunas alegrías rapidamente esfumadas por las inolvidables tristezas. No es cecesario decirselo a los niños.
Jacquemus SS17
Jacquemus je t’aime
Que me den un barco para ir a traerlo,
y para el barco me den capitán
El hecho es que hasta cuando estoy dormido
de algún modo magnético circulo
en la universidad del oleaje.
No son sólo las conchas trituradas
como si algún planeta tembloroso
participara paulatina muerte,
no, del fragmento reconstruyo el día,
de una racha de sal la estalactita
y de una cucharada el dios inmenso.
Lo que antes me enseñó lo guardo! Es aire,
incesante viento, agua y arena.
Demna Gvasalia, director artístico de Balenziaga con la estilista Lotta Volkova y la DJ Clara
Vetements lo puso en el mapa, la fealdad se convirtió en su guíay los tejidos sintéticos en su abecedario. La distancia entre Balenciaga y Vetements no solo es física, sino también ideológica. Hay unos versos que dicen algo así como que el mar no es nada comparado a la distancia que nos separa... ( si los encuentro los pongo)
Sus telas favoritas son tan sintéticos que echan chispas al desfilar por la pasarela.. ayer en París
El cielo nocturno
sobre nosotros -
es el diurno
cielo de los seres celestes:
las estrellas –
farolas
en las manos de un innúmero.
La bailarina ahora está danzando
la danza del perder cuanto tenía.
Deja caer todo lo que ella había,
padres y hermanos, huertos y campiñas,
el rumor de su río, los caminos,
el cuento de su hogar, su propio rostro
y su nombre, y los juegos de su infancia
como quien deja todo lo que tuvo
caer de cuello y de seno y de alma.