Navega el navegante, aunque sepa que jamás tocará las estrellas que lo guían

¡Salud a la cofradía trotacalle y trotamundo!


sábado, 31 de diciembre de 2011

anejo a te escribo desde un puerto




un Mare di auguri

te escribo desde un puerto

serendipia en noche de fin de año



"Sales a comprar un trozo de pizza y conoces a la mujer de tu vida ¿Sabes cómo se llama eso? Eso es ¡Serendipia!




nochevieja en Tràpani
 

A las doce de la noche, por las puertas de la gloria

Va el pontífice hacia Oriente; ¿va a encontrar el áureo barco
donde al brillo de la aurora viene en triunfo el rey Enero?
Ya la aljaba de Diciembre se fue toda por el arco
del Arquero.

A la orilla del abismo misterioso de lo Eterno
el inmenso Sagitario no se cansa de flechar;
le sustenta el frío Polo, lo corona el blanco Invierno
y le cubre los riñones el vellón azul del mar.

Cada flecha que dispara, cada flecha es una hora;
doce aljabas cada año para él trae el rey Enero;
en la sombra se destaca la figura vencedora
del Arquero.


San Silvestre, bajo el palio de un zodíaco de virtudes,
del celeste Vaticano se detiene en los umbrales
mientras himnos y motetes canta un coro de laúdes
inmortales.

Reza el santo y pontifica y al mirar que viene el barco
donde en triunfo llega Enero,
ante Dios bendice al mundo y su brazo abarca el arco
y el Arquero.

Versos de Rubén Dario

miércoles, 28 de diciembre de 2011

el tesoro de tarzán


Me Cheeta, tenía 80 años y vivía en Florida
Tras 76 años de carrera en el cine, en 2008 se decidió a contarlo todo en su autobiografia “Me Cheeta” .

Me Cheeta: My Life in Hollywood

Aparecío en numerosas películas de Tarzán desde 1930 a1960 y en series de televisión en relación a este personaje. Asociado mentalmente por el público a Tarzán, en las novelas de Edgar Rice Burroughs no había chimpances sino un mono de compañia, Nkima, sobretodo en los ulltimos libros.

En 2008, la "autobiografía" de Chita optó a un premio literario superando la criba de 170 candidatos que aspiran al premio anual que el diario "The Guardian" concede a la primera obra de un autor.

Parece ser que el jurado de este galardón quedó impresionado ante el manuscrito de la biografía del famoso mono, que, obviamente, no ha escrito Chita de su puño y letra, sino que lo ha hecho un escritor anónimo por encargo directo de la editorial británica Fourth State.


La "autobiografía" incide, entre sus mútiples facetas, en la de pinto. Sus cuadros se venden en Internet a beneficio de su propia fundación.




Los chimpancés hablan, mienten y hacen poesías con el lenguaje de los signos

Una pareja de psicólogos comparativos ha concluido que estos simios han aprendido a comunicarse con el lenguaje de signos.Más sorprendente si cabe fue otra grabación en la que uno de los chimpancés repetía "llorar, llorar; rojo, rojo; silencio, silencio; divertido, divertido", un enigma para el equipo hasta que un amigo poeta de la pareja apuntó que los signos de estas palabras eran similares y que se trataba de una aliteración de la lengua de signos, una composición poética.

Los Fouts están satisfechos de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña y confían en que se extienda al resto de España. "Con nuestros compañeros animales hemos tenido una relación de explotación, los hemos tratado como esclavos; ahora, aunque poco a poco, al menos estamos pasando al camino de compasión", afirma esperanzado el científico, crítico con el trato que aún se da a los chimpancés en muchos laboratorios de EE.UU.La pareja lamenta que la difusión de sus sorprendentes investigaciones no hayan servido para detener el maltrato a estos primates, pero confían en que éstas lleguen a las escuelas y que provoquen un cambio de actitud en las nuevas generaciones. (fuente: la vanguardia.com)

Visto en: Amazon
Precio: desde £0.01 usado

Llorar, llorar;
rojo, rojo;
silencio, silencio;
divertido, divertido.

martes, 27 de diciembre de 2011

quizá de la poesía sea yo el mejor obrero

christmas tree?

máquina de hacer sonetos


Raymond Queneau, compuso un artefacto en 1961, Cent mille miliards de poèmes, que ahora la editorial Demipage  recupera para conmemorar el 50 aniversario de su primera edición. "Cien mil millones de personas": diez páginas, cien billones de poemas. Diez escritores, un soneto cada uno y la máquina de Queneau: al estar cada verso recortado en una tira, es posible lograr tantas combinaciones como la que se extraen de calcular 10 sonetos elevado a 14 los versos de que consta esta composición poética. De la operación matemática saldrían más de cien mil millones de poemas.
Los sonetistas son Jordi Doce, Rafael Reig, Fernando Aramburu, Francisco Javier Irazoki, Santiago Auserón, Pilar Adón, Javier Azpeitia, Marta Agudo, Julieta Valero y Vicente Molina Foix y han seguido ciertas normas: versos alejandrinos [No lo recordaba,  que reciben este nombre porque dos poetas  franceses, Alexandre de Paris y Gautier de Châtillon, comenzaron a utilizar este tipo de versos de 14 sílabas en sus composiciones que versaban sobre la vida y hazañas de Alejandro Magno]. Jordi Doce es el que abre el libro y por lo tanto marca la rima. De esta forma, "el accidente, el juego y el azar" irrumpen en el acto poético.



Cien mil millones de poemas. Demipage





Raymond Queneau, creador del grupo Oulipo, acrónimo de Ouvroir de Littérature Potentielle (Taller de Literatura Potencial), se apartó del surrealismo porque defendía un método de creación que aplicara de manera consciente dificultades a la escritura.


 




Visto en: FNAC
Precio: 25€



Queneau es autor además del divertido libro 'Ejercicios de estilo', en el que describe de 99 formas distintas un suceso irrelevante acontecido en un autobús.

Subido al autobús, por la mañana,
Entre golpe, cabreo y apretón,
Me encuentro con tu cuello y tu cordón,
Lechuguino chuleta y tarambana.
De improviso y de forma un tanto vana,
Gritando que te ha dado un pisotón,
Provocas a un fornido mocetón
Que por poco te zurra la badana.
Y vuelvo a verte al cabo de dos horas
Discutiendo con otro pisaverde
Acerca del gabán que tanto adoras.
Él critica con saña que remuerde;
Tú te enojas, fastidias y acaloras
Y, por toda respuesta, exclamas: “¡Merde!”.
 


lo mismo en PUNTO DE VISTA SUBJETIVO

No estaba descontento con mi vestimenta, precisamente hoy. Estrenaba un sombrero nuevo, bastante chulo, y un abrigo que me parecía pero que muy bien. Me encuentro a X delante de la estación de Saint-Lazare, el cual intenta aguarme la fiesta tratando de demostrarme que el abrigo es muy escotado y que debería añadirle un botón más. Aunque, menos mal que no se ha atrevido a meterse con mi gorro.
Poco antes, había reñido de lo lindo a una especie de patán que me empujaba adrede como un bruto cada vez que el personal pasaba, al bajar o al subir. Eso ocurría en uno de esos inmundos autobuses que se llenan de populacho precisamente a las horas en que debo dignarme a utilizarlos. otros

lunes, 26 de diciembre de 2011

y que en las nubes iba un pavo real


by Laura Aiton
La Reina de las Nieves 
 (Historia en siete episodios) 

PRIMER EPISODIO

Trata del espejo y del trozo de espejo Atención, que vamos a empezar. Cuando hayamos llegado al final de esta parte sabremos más que ahora; pues esta historia trata de un duende perverso, uno de los peores, ¡como que era el diablo en persona! Un día estaba de muy buen humor, pues había construido un espejo dotado de una curiosa propiedad: todo lo bueno y lo bello que en él se reflejaba se encogía hasta casi desaparecer, mientras que lo inútil y feo destacaba y aún se intensificaba. Los paisajes más hermosos aparecían en él como espinacas hervidas, y las personas más virtuosas resultaban repugnantes o se veían en posición invertida, sin tronco y con las caras tan contorsionadas, que era imposible reconocerlas; y si uno tenía una peca, podía tener la certeza de que se le extendería por la boca y la nariz. Era muy divertido, decía el diablo. Si un pensamiento bueno y piadoso pasaba por la mente de una persona, en el espejo se reflejaba una risa sardónica, y el diablo se retorcía de puro regocijo por su ingeniosa invención. Cuantos asistían a su escuela de brujería -pues mantenía una escuela para duendes- contaron en todas partes que había ocurrido un milagro; desde aquel día, afirmaban, podía verse cómo son en realidad el mundo y los hombres. Dieron la vuelta al Globo con el espejo, y, finalmente, no quedó ya un solo país ni una sola persona que no hubiese aparecido desfigurada en él. Luego quisieron subir al mismo cielo, deseosos de reírse a costa de los ángeles y de Dios Nuestro Señor. Cuanto más se elevaban con su espejo, tanto más se reía éste sarcásticamente, hasta tal punto que a duras penas podían sujetarlo. Siguieron volando y acercándose a Dios y a los ángeles, y he aquí que el espejo tuvo tal acceso de risa, que se soltó de sus manos y cayó a la Tierra, donde quedó roto en cien millones, qué digo, en billones de fragmentos y aún más. Y justamente entonces causó más trastornos que antes, pues algunos de los pedazos, del tamaño de un grano de arena, dieron la vuelta al mundo, deteniéndose en los sitios donde veían gente, la cual se reflejaba en ellos completamente contrahecha, o bien se limitaban a reproducir sólo lo irregular de una cosa, pues cada uno de los minúsculos fragmentos conservaba la misma virtud que el espejo entero. A algunas personas, uno de aquellos pedacitos llegó a metérseles en el corazón, y el resultado fue horrible, pues el corazón se les volvió como un trozo de hielo. Varios pedazos eran del tamaño suficiente para servir de cristales de ventana; pero era muy desagradable mirar a los amigos a través de ellos. Otros fragmentos se emplearon para montar anteojos, y cuando las personas se calaban estos lentes para ver bien y con justicia, huelga decir lo que pasaba. El diablo se reía a reventar, divirtiéndose de lo lindo. Pero algunos pedazos diminutos volaron más lejos.

Ahora vas a oírlo SEGUNDO EPISODIO Un niño y una niña

 Hans Christian Andersen

 El Pavo Real

Que sopló el viento y se llevó las nubes
y que en las nubes iba un pavo real,
que el pavo real era para mi mano
y que la mano se me va a secar,
y que la mano le di esta mañana
al rey que vino para desposar.

¡Ay que el cielo, ay que el viento, y la nube
que se van con el pavo real!

Gabriela Mistral 


domingo, 25 de diciembre de 2011

los arboles de Navidad

y lo que queda de ellos

la hiedra y la pared

 
el Ginko y el agua
el roble y la atmosfera
un arbol junto al rio

un árbol entre árboles
la camelia de Boy Capel
las camelias en el convento

me hallé entre ellos de vuelta a casa

hay diversos placeres pero este más amable es un placer que circula al borde del tejado







Lo que quedó para mí de aquel día (y serendipia me llevó hasta ellos):


~el bolso rosa de tachuelas
~el vestido Charlestón, símbolo de una época loca, para bailar mi baile favorito de todos los tiempos

lección teórica


clase práctica


los mejores de la promoción



Canción de navidad

El fin de año huele a compras,
enhorabuenas y postales
con votos de renovación.
Y yo que sé del otro mundo
que pide vida en los portales,
me doy a hacer una canción.

La gente luce estar de acuerdo,
maravillosamente todo
parece afín al celebrar.
Unos festejan sus millones,
otros la camisita limpia
y hay quien no sabe qué es brindar.

Mi canción no es del cielo,
las estrellas, la luna,
porque a ti te la entrego
que no tienes ninguna.

Mi canción no es tan sólo
de quien pueda escucharla,
porque a veces el sordo
lleva más para amarla.

Tener no es signo de malvado
y no tener tampoco es prueba
de que acompañe la virtud.
Pero el que nace bien parado,
en procurarse lo que anhela
no tiene que invertir salud.

Por eso canto a quien no escucha,
a quien no dejan escucharme,
a quien ya nunca me escuchó,
al que en su cotidiana lucha
me da razones para amarle,
a aquel que nadie le cantó.

Silvio Rodriguez

bajo la noche el mundo silencioso naufraga

siempre esperé verte surgir entre las nieblas monótonas

He leido en el blog Vivir de buena gana que hace unos cincuenta años montaron un cortejo de Olentzero como este en Pamplona los frailes capuchinos, con el apoyo de Miguel Javier Urmeneta. Al parecer importado de Lesaka.

versos de Destino

Le gustaba cantar Le gustaba trazar Dibujos en la noche Esculpir la aventura

Luis Cernuda

¿Por qué siempre hay niebla esta noche? y aun así...



Muchos vieron a su madre besar a Santa Claus

sábado, 24 de diciembre de 2011

¿a qué inefable criatura, que debemos haber perdido, estaba destinado el día?

noche buena en Gales


La Navidad para un niño en GaLes

Dylan Thomas

Por aquellos años, las Navidades se parecían
tanto unas a otras en aquel remoto
pueblo pesquero, Navidades carentes de
todo sonido excepto del murmullo de voces
distantes que sigo oyendo algunas veces
antes de dormir, que nunca consigo recordar
si estuvo nevando durante seis días con
sus noches cuando yo tenía doce años, o
si nevó durante doce noches y doce días
cuando tenía seis.
Las Navidades fluyen como una luna
fría e inquietante que avanzara por el cielo
que aboveda nuestra calle de camino al
traicionero mar; y se detienen en el borde
de las olas de aristas glaciales —verdaderos
congeladores de peces—, y yo hundo las
manos en la nieve y desentierro cualquier
cosa que pueda encontrar. Me veo sepultando
la mano en ese festivo montón, blanco
como la lana y con forma de campana
con lengua, que descansa al borde de un
mar que entona villancicos, y me vienen a
la mente la Sra. Prothero y los bomberos.
Todo sucedió una tarde de Nochebuena;
me encontraba en el jardín de la
Sra. Prothero con su hijo Jim esperando a
que aparecieran los gatos. Estaba nevando.
Siempre nevaba en Navidad. Diciembre, en
mis recuerdos, era blanco como Laponia
aunque sin renos. Pero sí había gatos. Con
las manos envueltas en calcetines, pacientes,
heladas y encallecidas, esperábamos a los felinos
para tirarles bolas de nieve. Lustrosos
y grandes como jaguares, con unos bigotes
horribles, salivando y gruñendo, se deslizarían
sobre los blancos muros del jardín trasero
avanzando furtivamente, mientras Jim
y yo, cazadores de ojos de lince, tramperos
vestidos con gorro de piel y zapatos mocasines
procedentes de la bahía del Hudson,
allende Mumbles Road, apuntaríamos al
verde de sus ojos y les tiraríamos las bolas.
Los gatos eran muy listos y no aparecían
nunca. Nosotros, cual tiradores árticos
calzados como esquimales, estábamos tan
quietos en el silencio amortiguado de las
nieves eternas —eternas del miércoles anterior
— que ni siquiera oímos el primer
grito de la Sra. Prothero, que surgió de su
iglú al fondo del jardín. O, si lo oímos lo
confundimos con la lejana provocación de
nuestro enemigo y presa, el gato polar del
vecino. Sin embargo, el tono de voz aumentó
rápidamente.
—¡Fuego! —gritó la Sra. Prothero
mientras golpeaba el gong que se usaba
para avisar cuando la cena estaba lista.
Salimos corriendo hacia la casa atravesando
el jardín con las bolas de nieve en
los brazos; efectivamente, salía humo del
comedor. La Sra. Prothero anunciaba la
ruina como los pregoneros de Pompeya y
el gong seguía resonando. Esto era mejor
que todos los gatos de Gales dispuestos en
fila sobre el muro. De un salto, entramos
en la casa cargados con las bolas de nieve y
nos paramos ante la puerta de la habitación,
que permanecía abierta; el cuarto estaba
lleno de humo.
Verdaderamente, algo se estaba quemando;
quizá fuera el Sr. Prothero, que tenía
la costumbre de echarse allí una cabezada
con un periódico sobre la cara después de
comer. Pero no; él estaba en medio de la
habitación exclamando «¡Qué Navidades
tan buenas!» mientras aventaba el humo
con una zapatilla.
—Llamad a los bomberos —gritaba la
Sra. Prothero mientras golpeaba el gong.
—No van a estar —decía el Sr. Prothero
—. Es Navidad.
Las llamas no se veían; solo había nubes
de humo, y en medio de estas se encontraba
el Sr. Prothero de pie agitando su zapatilla
como si fuera el director de la orquesta.
—Haced algo —dijo. En ese mismo
instante, lanzamos todas las bolas de nieve
hacia el humo —yo creo que no le acertamos
al Sr. Prothero— y salimos corriendo
de la casa en dirección a la cabina de teléfono.
—Vamos a llamar también a la policía
—dijo Jim.
—Y a la ambulancia.
—Y a Ernie Jenkins; a él le gustan los
fuegos.
Pero solo llamamos a los bomberos,
que llegaron poco después en su camión.
Aparecieron tres hombres altos con sus cascos
puestos y metieron una manguera en
la casa. El Sr. Prothero salió justo a tiempo,
antes de que abrieran el grifo. Posiblemente
nadie haya vivido una Nochebuena
con tantos avatares. Y después de que los
bomberos, que aún permanecían en la ha-
bitación mojada y humeante, cerraran la
manguera, la tía de Jim, la Srta. Prothero,
bajó las escaleras y les miró fijamente; Jim
y yo esperábamos entretanto, muy quietos,
para oír qué les decía. Ella siempre tenía
la frase adecuada. Se quedó mirando a los
tres bomberos, que estaban ahí de pie tan
altos y con sus cascos brillantes en medio
del humo y de las cenizas, y de las bolas de
nieve que empezaban a derretirse, y dijo:

¿Les gustaría leer algo?




VIsto en: FNAC
Precio: 15 €

viernes, 23 de diciembre de 2011

aun soñaba en las dulzuras de esta tarde

qué regalar?







Había visto estas monadas en YOOX. No se si saben que el precio en yoox equivale aproximadamente a la mitad del precio original sugerido por el diseñador. El ahorro puede aumentar posteriormente con motivo de promociones y rebajas: en tal caso, el precio YOOX inicial es tachado y puede ser reducido hasta el 90% del precio original. YOOX no es sólo una selección de prendas y accesorios de colecciones anteriores, sino una variedad extraordinaria que abarca desde artículos exclusivos y prendas vintage de colección hasta ediciones especiales y una original selección de diseño y libros. El precio YOOX para estos artículos es determinado de forma individual y puede disminuir con motivo de las diversas promociones

Pero he pensado que también pueden regalar algo más romántico...

si buscan un árbol bonito


recogen sus hojas ya caidas

como las del enigmático Ginkgo biloba, árbol sin parientes vivos en el mundo, originario de china y que puede llegar a vivir un milenio

y las ponen dentro de una estrella

Hoja, pájaro, estrella /.../
Mece a la estrella el trino, la onda a la flor baja

versos de Juan Ramón Jimenez

jueves, 22 de diciembre de 2011

la serpiente volante lo cuida


otro postre para los que celebran estos días


el lunes vi una entrevista que le hacía David Barbero al embajador croata Neven Pelicarik sobre  las similitudes entre la cocina croata y la vasca y en un momento del programa mostraron la imagen de
La tarta de Rab

"Se cree que este símbolo de la repostería fue servido por primera vez en 1177, cuando se convidó al papa Alejandro III para consagrar la catedral de la Asunción de Nuestra Señora en la isla de Rab. Con toda certeza se puede afirmar que hace más de trescientos años atrás, en el período del gobierno de Venecia, esta tarta se elaboraba como una especialidad en las casas de los ricos patricios de la isla"


Aquí les dejo la receta original en inglés y un video




Otrora postre de patricios hoy souvenir de la isla


versos de Canela en  el roce de la mariposa*


si no fuera así
los imperios no hubiesen decaido
y los esclavos
todavía serían esclavos aún hoy
cuando sus hijos no se arrancan la piel
sino solo huelen
(a) canela

Boris Domagoj BILETIC

* Antología de poesía croata contemporánea

It's christmas time

the christmas tree


Y no habrá nieve en África estas navidades

do They Know It's Christmas?









It's Christmastime,
there's no need to be afraid
At Christmastime,
we let in light and we banish shade
And in our world of plenty
we can spread a smile of joy
Throw your arms around the world
at Christmastime

But say a prayer,
pray for the other ones
At Christmastime it's hard,
but when you're having fun
There's a world outside your window,
and it's a world of dread and fear
Where the only water flowing
is the bitter sting of tears
And the Christmas bells that ring there
are the clanging chimes of doom
Well tonight thank God it's them
instead of you

And there won't be snow in Africa this Christmastime
The greatest gift they'll get this year is life(Oooh)
Where nothing ever grows
No rain or rivers flow
Do they know it's Christmastime at all?

Here's to you raise a glass for everyone
Here's to them underneath that burning sun
Do they know it's Christmastime at all?

Feed the world
Feed the world
Feed the world
Let them know it's Christmastime again

Feed the world
Let them know it's Christmastime again

miércoles, 21 de diciembre de 2011

valses de la memoria

Aquel poeta llamado Marcel Proust

por Richard Lindner

Ce goût, c´etait celui du petit morceau de madeleine que le dimanche matin  à Combray ...

Cumbre de la literatura francesa y universal "En busca del tiempo perdido” más que una novela, dicen que es una experiencia vital. 
"Longtemps, je me suis couché de bonne heure..."
Marcel Proust en Combray dudando entre las imagenes de su linterna magica y las novelas de George Sand
Marcel Proust y el premio Goncourt
Marcel Proust en el Club
La inauguración de Club des Découvreurs reunió Sigmund Freud, Marcel Duchamp, Albert Einstein y James Joyce. En la pared, los retratos de otros "inventeurs": Jean-Pierre Brisset, los hermanos Lumière, Tristan Tzara, Heisenberg y Louis Armstrong.

"Proust era un poeta de los salones aristocráticos. Su primera vocación fue la poesía. Muchos de los poemas que escribió de joven los regalaba y estaban dispersos en manos muy diversas. En 1982 Gallimard publicó en su colección Cahiers una compilación. Es de ahí de donde los hemos sacado" (fuente: Elcultural.es)
Marcel Proust y Kafka, el rencuentro
Marcel Proust en el Ritz
[composiciones de Gerard Bertrand]
He oído que hoy se ha presentado el libro "Analektak", del filósofo catalán Víctor Gómez Pin, que recoge una selección de fragmentos, "piezas poéticas aunque no en el sentido convencional de la poesía...textos en los que la metáfora reina", de la novela "En busca del tiempo perdido" de Marcel Proust que se presentan en castellano, catalán, gallego y euskera con traducciones de Alexandra Segura (catalán), José Mayorales (gallego) Joxan Elosegi (euskera) y Gómez Pin realiza la traducción al castellano.
En 1920, el poeta Pedro Salinas inició, junto con el también poeta José María Quiroga Plá, yerno de Miguel de Unamuno, la traducción de la obra al castellano.
  
Sueño de Lot
Victor Gómez Pin, (biografía de su propio blog,) estudió Filosofía en la Sorbona dónde obtuvo el grado de Doctor de Estado con una tesis sobre el orden aristotélico. Actualmente es Catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona dónde ha impartido las asignaturas de Teoría del Conocimiento, Introducción al Pensamiento matemático, Ontología y Filosofía de las ciencias Formales. Ha sido profesor en la VIU (Venice International University), de Venecia, en cuya ciudad recibió en 2009 el Premio Internacional del Istituto Veneto di Scienze, Lettere ed Arti.
Su transcurso indisociablemente profesional y social está marcado por su incorporación al proyecto de "Zorroaga", en San Sebastian, iniciado en 1979 por el filósofo Ramón Valls Plana, e inmediatamente asumido por Javier Echeverría. Se aspiraba allí a que la Universidad del Pais Vasco se dotara de una sección de Filosofía que respondiera a la exigencia kantiana de ser "un departamento entre otros y sin embargo toda la universidad". La dificultad y previsible fracaso del empeño no impidió que en su día aceptaran incorporarse al proyecto, o jugaran un importante papel puntual, personas de muy diferentes intereses teóricos (incluidas personalidades ajenas a la filosofía en el sentido estricto, como Eduardo Chillida o el Medalla Fields de Matemáticas René Thom). Grande era también la disparidad en posicionamientos políticos, en un momento en el que el problema vasco era absolutamente candente. Pero se pretendía en aquella facultad de Zorroaga (otra cosa es que se consiguiera) que la diversidad en filiación política nunca primara sobre la exigencia de ser cabalmente humanos, es decir, avanzar siempre con la razón por delante.
Victor Gómez Pin trabaja actualmente en una tentativa de establecer el estado de la cuestión sobre las implicaciones que para el concepto heredado de naturaleza tienen ciertas disciplinas científicas contemporáneas. Pero convencido de que el reconocimiento de la pluralidad de intereses de la razón no implica renunciar a explorar los diferentes ámbitos de la misma, se ha introducido en el universo de Marcel Proust y en la apuesta de este escritor por hacer de la palabra matriz exclusiva de redención.


Marcel Proust, 44 rue Hamelin
Marcel Proust consagró los últimos meses de su vida a la puesta a punto de sus últimos volúmenes de la Recherche. Antes de morir, agotado, en 1922.

qué regalar?


El volumen presentado hoy ha sido publicado por la editorial donostiarra Hariadna con una tirada de 1.000 ejemplares, de los que la mitad los distribuirá el propio Gobierno Vasco y la otra mitad saldrá a la venta en las librerías.
Me ha parecido una manera muy bonita de practicar la traducción en 5 idiomas.

[Como el libro no está aún en librería no van a tener tiempo de pedirselo al hombre del saco pero cuando lo vea por ahí ya les pondré una nota. Puede que llegue para los Magos, San Sebastián, San Blas, San Valentín...]

poema en prosa escrito por Proust a la edad de diecisiete años, fechado a las once de la noche del mes de octubre

La lámpara ilumina débilmente los ángulos sombríos de mi cuarto y pone un gran disco de viva luz donde entran mi mano, de repente ambarina, mi libro, mi escritorio. En las paredes azulean delgados hilillos de luna que han entrado por la imperceptible separación de las rojas colgaduras. Todo el mundo se ha acostado en el gran piso silencioso… – Entreabro la ventana para ver de nuevo por última vez la dulce cara leonada, muy redonda, de la luna amiga. Oigo algo así como el aliento fresquísimo, frío, de todas las cosas que duermen -el árbol de donde rezuma la luz azul-, de la bella luz azul que a lo lejos, en un entresijo de calles, transfigura, como un paisaje polar eléctricamente iluminado, los adoquines azules y pálidos. Por encima se extienden los infinitos campos azules donde florecen frágiles estrellas…- He cerrado la ventana. Me he acostado. Mi lámpara, en una mesilla al lado de mi cama, en medio de vasos, de frascos, de bebidas frescas, de librillos preciosamente encuadernados, de cartas de amistad o de amor, ilumina vagamente en el fondo mi biblioteca. ¡La hora divina! A las cosas usuales, como a la naturaleza, las he hecho sagradas por no poder vencerlas. Las he revestido con mi alma y con imágenes íntimas o espléndidas. Vivo en un santuario, en medio de un espectáculo. Soy el centro de las cosas y cada una me procura sensaciones y sentimientos magníficos o melancólicos, que disfruto. Ante los ojos tengo visiones espléndidas. Se está bien en esta cama… Me duermo.”
Traducción de Mauro Armiño. "Once poemas de Marcel Proust", revista literaria Turia. el cultural

    martes, 20 de diciembre de 2011

    ¡cómo deseó el invierno!

    qué regalar? 
     Poems, coleccion inspirada en la poeta Sylvia Plath





    Camiseta "Silvia writing"
    Blanca con serigrafía en negro
    La bostoniana, en Inglaterra gracias a una beca Fulbright, conoció al joven y prometedor poeta Ted Hughes, con el que se casó en 1956. Juntos vivieron unos años muy intensos. Al volver a Estados Unidos, la escritora entró en contacto con un grupo de poetas que en adelante marcarían su forma de escribir, convirtiéndose en seguidora de la poesía confesional: expresión de sentimientos privados a través de la escritura. Tras volver a Inglaterra escribe La campana de cristal y en 1962 publica el poemario El coloso, que pasó desapercibido a pesar de su brillantez. Por aquel entonces, su matrimonio estaba ya muy deteriorado por la constante infidelidad de su marido, vinculado sentimentalmente entonces a Assisa Wevill, una escritora judía que posteriormente, también se suicidaría. Cuando comenzó el proceso de separación de Hughes, alquiló un piso donde había vivido el poeta Yeats. Se suicidó el 11 de febrero de 1963.

    Se necesita más que un rayo
    para crear tanta ruina.
    Algunas noches me acurruco en la cornucopia
    de tu oreja, a salvo del viento,
    y cuento estrellas rojas y estrellas color ciruela.
    Sale el sol bajo el pilar de tu lengua.
    Mis horas se desposan con la sombra.
    Ya no escucho más el roce de la quilla
    contra las sordas piedras del embarcadero. 


    Sylvia Plath y Ted Hughes
    Sylvia Plath El Coloso

    Taza "Sylvia" con su plato. Apta para uso doméstico




    Visto en: duermevela
    Precio: 18€ [ahora con el 10% de descuento hasta el día 10 de enero]




    Poems from duermeveland

    y muchas cosas más...

    modelo Isadora


    versos de  Otoño de ranas

    Las mañanas se van en somnolencia.
    El sol tardíamente nos alumbra
    entre cañas sin nervio. Moscas fáltanos.
    El helecho se muere.

    La helada hasta la araña envuelve.
    Cierto que el dios de la abundancia
    por aquí anda. Nuestra gente
    adelgaza, da pena.

    Sylvia Plath