Navega el navegante, aunque sepa que jamás tocará las estrellas que lo guían

¡Salud a la cofradía trotacalle y trotamundo!


viernes, 12 de mayo de 2017

Marsella con torres y plazas y barcos





La Gloire de Mon Père: es una novela de Marcel Pagnol que yo leí siendo muy niña, junto a La navaja, de Harriette Arnow, creo que en publicación, ambas en el mismo tomo, de la inolvidable Readers Digest, esa revista que como a tantos y tantos me imbuyó del modelo de vida americano junto a los felices Hollister, aquellos hermanos que se iban a pasar la tarde del sábado al centro comercial, cosa que a mí me parecía lo mas, incapaz de discernir entonces que se tartaba de poco más que la tienda de la gasolinera. Siempre he achacado a esta novela la desazón que me produce el paso del tiempo, su fugacidad, porque en aquel pueblo de Provenza fluía con otro ritmo, muy lento, como arrastrando cadenas. Muchos años después, la leí durante un verano en los Alpes en versión original, francés, y durante otro viaje a Francia me compré la película de la que ahora he sabido Simon Porte Jacquemus es muy fan, de la cual ha cogido su música y ubicación para una colección que presentará en 2018.

Tal es la vida de los hombres. Algunas alegrías rapidamente esfumadas por las inolvidables tristezas. No es cecesario decirselo a los niños. 


Jacquemus SS17



Jacquemus je t’aime



Que me den un barco para ir a traerlo,
y para el barco me den capitán


Gabriela Mistral

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