que tendrá como tema los felices años veinte.
Coincidiendo con la inauguración de la exposición "Caos y clasicismo: arte en Francia, Italia, Alemania y España, 1918-1936"
en New York sin salir de casa
"Revive aquellos años en una noche única en el Atrio del Museo, que se convertirá en una divertida pista de baile en la que no faltarán la mejor música en directo, el sorteo de un viaje e interesantes premios y mucha, mucha diversión.
¿Dónde inspirarse? (mejor verlo sin sonido)
Precio de la entrada:
40 € Amigos del Museo y Miembros Corporativos (máximo seis entradas por titular)
50 € Público general
INCLUYE
- Actuación musical en directo: The Groovies
- Sorteo de premios
- Salas de exposiciones abiertas
- 2 combinados
- 1 tostada de carnaval
- 1 licor de canela
- 1 buñuelo de limón.
Y además, si no vienes disfrazado, no te preocupes, se entregarán antifaces."
o, hágalo usted mismo
máscaras:
LA BAUTA: es una máscara que tuvo su debut hacia finales del 1600. Adoptada sólo por hombres, posteriormente conquistó a las mujeres.
La particular forma saliente del rostro permitía modificar el timbre de voz de quien la llevaba. La Bauta no era sólo el rostro sino el disfraz entero.
LA MORENITA: se trata de una máscara femenina que servía para cubrir con malicia la parte central del rostro, dejando entrever las mejillas. Fue usada principalmente por mujeres jóvenes. La Morenita era acompañada por un traje pobre que ocultaba la identidad de las damas
nobles. La máscara era sujetada por los dientes mordiendo un botón colocado en el interior. Por esta razón, era una máscara muda. Fue inventada en Francia y se difundió rápidamente en Venecia.
ESPECTRO O ROSTRO: era una máscara blanca que se usaba con un vestido negro y con tricornio también negro. La forma de la máscara permitía respirar y beber con facilidad, por lo cual no debía ser quitada, para mantener el anonimato.
EL MÉDICO EN TIEMPO DE LA PESTE: no fue una máscara tradicional del carnaval. En 1630, año de la más terrible peste que azotó a Venecia, los encargados de asistir a los enfermos, se ponían un traje especial inventado en Francia. Un largo ropaje negro, con sombrero de médico y guantes era acompañado por una máscara, con ojos de cristal y una larga nariz rellena de materiales perfumados.
En aquella época, representaba lo máximo, en materia de prevención. La máscara del médico en "tiempos de peste", se impuso hace 20 años después del renacimiento del Carnaval de Venecia.
Calestolendas
A pesar de las grandes diferencias que su celebración presenta en el mundo, la característica común era la de ser un período de permisividad y cierta licencia. La celebración del carnaval más grande del mundo es la de Río de Janeiro.
Parlez moi d´amour (version retro 1930)
Parlez-moi d'amour
Redites-moi des choses tendres
Votre beau discours
Mon cœur n'est pas las de l'entendre
Pourvu que toujours
Vous répétiez ces mots suprêmes :
"Je vous aime"
Vous savez bien
Que dans le fond je n'en crois rien
Mais cependant je veux encore
Écouter ce mot que j'adore
Votre voix aux sons caressants
Qui le murmure en frémissant
Me berce de sa belle histoire
Et malgré moi je veux y croire
Il est si doux
Mon cher trésor, d'être un peu fou
La vie est parfois trop amère
Si l'on ne croit pas aux chimères
Le chagrin est vite apaisé
Et se console d'un baiser
Du cœur on guérit la blessure
Par un serment qui le rassure
Jean Lenoir
Háblame de amor
Repiteme cosas tiernas
Su hermosa plática
Mi corazón no se cansa de escuchar
Siempre os suplico
Que repitais esas palabras supremas
Yo os amo
Usted sabe
Que, en el fondo, no las creo
Pero a pesar de todo, todavía quiero
Escuchar esa palabra que adoro
Su voz suena acariciando
Quién susurra trémulamente
Me mece en su bella historia
Y a pesar de mí, quiero creer.
Es tan dulce
Mi querido tesoro, estar un poco loco
La vida es a veces demasiado Amarga
Si no creemos en quimeras
La pena es rápidamente apaciguada
Y se consuela con un beso
Una herida del corazón se cura
Por un juramento que le tranquiliza.
(traducción de Anisia serendipia)