Arriba y abajo de sus azules laderas
La serendipica idea fue de Oliver Percovich. Descubrió en las calles de Kabul que su tabla no solo atraía la atención de los niños a su alrededor sino que las chicas también estaban interesadas. Concentró sus esfuerzos en la creación de una escuela de skate sin ánimo de lucro en Afganistán en 2009 y ahora ya tiene dos. Su objetivo: usar el skate para que los niños vayan a las escuelas para patinar y así reciben educación. El dato curioso: el 45% de sus 800 alumnos son chicas.
Skate Girls of Kabul. Jessica Fulford-Dobson en la Galeria Saatchi de Londres hasta el 28 abril 2015.
Y abajo en el agua
Los peces lloran
Y toda el agua
Son sus lágrimas.
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