Navega el navegante, aunque sepa que jamás tocará las estrellas que lo guían

¡Salud a la cofradía trotacalle y trotamundo!


sábado, 21 de mayo de 2016

en el jardín secreto de Plinio el Viejo




Y yo era tan mal poeta que no sabía llegar hasta el fondo de las cosas...

Una visita a un Museo es siempre una sensación, algo irrepetible. Me había vestido de punta en blanco, y al subir al tren se me perdió un botón -Lo recuerdo, lo recuerdo, a menudo pensé en ello desde entonces- Detalles como este que cuenta el poeta hacen que una persona nunca sea la misma, aunque lo parezca. Me pasó con el 'Cuadrado negro' de Malévich frente al poema de Cendrars que cerraba la exposición el Hermitage en el Prado en 2012. Lo había visto antes en una pared de otro Museo y entonces no me pareció nada pero esa vez, no sé si por el poema ó porque era el último del trayecto, me pareció maravillosamente lleno del color robado a la Composición VI de Wassily Kandinsky que colgaba entre ambas obras. Así, un cuadro tampoco produce nunca la misma impresión en quien lo osberva. Observa y Experimenta pues, en el Museo de Arte e Historia de Durango, en este día de hoy que se celebra la Noche Europea de los Museos. En el nuestro, con el horario habitual de los sábados. 

Aunque dice el poeta Blaise Cendrars

Y esta noche es similar a otras cien mil cuando un tren rasga la noche

- Caen los cometas-


2 comentarios:

Alberto Palomera dijo...

Qué bonito volver a leerte
Siempre es distinto al leer las mismas palabras

Anisia Serendipia dijo...

Muchísimas gracias, Alberto. Lo mismo me pasa con volver a ver las fotos de las obras.