Navega el navegante, aunque sepa que jamás tocará las estrellas que lo guían

¡Salud a la cofradía trotacalle y trotamundo!


jueves, 3 de septiembre de 2015

la tierra a la que vine no tiene primavera



Aylan es un niño como millones de niños

-¿por qué digo los niños?- con su amor,
con sus noches de estrellas, con sus mares azules,
con sus remordimientos, con sus cuchillos de buscar
bajo la carne. Dónde, dónde la noche aquella,
dónde el mar... Qué ridículo todo: este momento detenido,
este disco que gira y gira en el silencio,
consumida su música...

José Hierro

5 comentarios:

Biula Banz dijo...

Es una foto que no puedo ver ya y me gustaría no haber visto nunca, nunca jamás, es tremenda y horrible.

Anisia Serendipia dijo...

Pobre Aylan, nadie le quiere mirar.

Anónimo dijo...

Ya no es Aylan, hay que mirar hacia otro lado para encontrarlo, lo peor es que no sabemos dónde mirar ya.

Anisia Serendipia dijo...

Pobre Aylan, con sus zapatitos.

Anónimo dijo...

ES UN MOMENTO HISTÓRICO MUY TRÁGICO