jueves, 27 de enero de 2011
il frutto del lavoro a chi lavora andrà
las huelgas (años 40)
en el puerto
A UNA señal dejaron de moverse las grúas,
el pájaro de hierro plegó sus alas grises
y en los oscuros barcos de todos los países
sólo se oía el pálido rumor de las garúas.
En cercanas recobas de reverberos crudos,
de ásperos impermeables y cáscaras de fruta,
comen agrios pescados los marineros rudos.
Rasca un violín insomne la joven prostituta.
Sus dulces nombres mecen las barcas de la orilla,
sin carbón, sin aceite, sin guía, sin destino.
De los amplios galpones llega el olor del vino.
La fugitiva rata corre a la alcantarilla.
Ya sus perros de niebla lanza el viento en el puerto.
Rondan los barcos mudos invisibles gaviotas.
Los mascarones sueñan con ciudades remotas.
Llueve sobre la gorra del marinero muerto.
Raúl González Tuñón
en Serendipia
Por que la reforma de las pensiones va en contra del estudio y de la investigación, que también es trabajo aunque no cotice
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