Navega el navegante, aunque sepa que jamás tocará las estrellas que lo guían

¡Salud a la cofradía trotacalle y trotamundo!


domingo, 16 de octubre de 2016

DURANGO begietan


Nos vamos de paseo. Un domingo por la tarde... No son paisajes, son momentos... cae la tarde, hay viento, tal vez siempre es octubre

Luis de Isusi .

sábado, 15 de octubre de 2016

anejo a nos vamos de paseo


SOLDE: DURANGO begietan


nos vamos de paseo


SOLDE: DURANGO begietan



Nos vamos de paseo. Un domingo a la tarde. Un crepúsculo de invierno. Un día de lluvia. Por Tabira, Pinondo, Santa Ana, Ezkurdi con su fuente majestuosa. No son paisajes, son momentos. Sobre unos recién casados, la iglesia de Santa María se derrite por el calor del verano, unos niños juegan, otros se bañan, un hombre se acerca a una terraza para tomar algo. Lo vemos. Y seguimos paseando. Fluye el agua, como los límites de los objetos, como los colores, como el tiempo. Todo se disuelve, se forma de nuevo y se va. No son momentos decisivos, son visiones y las reconocemos porque las hemos soñado, porque somos parte de lo que vemos, ahí fuera, donde somos paisajes para otros. El artista nos sueña, nos pasea bajo la nieve, bajo cielos novedosos donde las estrellas brillan junto a la luna llena, bajo su atenta mirada que nos acepta pequeños. Kurutziaga, el Ibaizabal, nos dejamos llevar, nos dejamos acompañar y se hace de noche tras los montes. Durango entero se ha metido en el cuadro y baila como Mary Poppins dentro de aquellos dibujos pintados en la acera. Bailamos, nos pasean, nos deshacemos, nos vamos. Volvemos. El agua se queda, cae la tarde, hay viento, tal vez siempre es octubre. El tiempo pasa, las personas sueñan, el artista pasea.

Luis de Isusi

anejo a Blowin' in the Wind



MIS OJOS, QUE CODICIAN COSAS BELLAS_ ¿Cuántas veces debe un hombre mirar hacia arriba antes de que pueda ver el cielo?  “Visiones de DURANGO begietan” llega a su fin el próximo domingo 16, a las 14 horas. Más de 800 personas se habían acercado ya al Museo de Arte e Historia, sito en San Agustín, a día de San Fausto, ese jubiloso jueves en que Bob Dylan recibía el para mí merecido Premio Nobel de Literatura “por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción” en palabras de la Academia, que sigue lo dictado en el testamento por Alfredo Nobel: «a quien hubiera producido en el campo de la literatura la obra más destacada, en la dirección ideal»

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Dice Marta Benítez Cordonets que Solde escribe Durango y que lo hace con sus colores, a veces  tan sorprendentes e intensos para un norte, a través de unos ojos grandes de mirada excepcional, sensibles y observadores, antiguos …  y, a la vez, tan modernos como si fueran una  visión futura de un Durango que tendrán que aprender a mirar de nuevo las generaciones que vengan. Poco se mira y se observará ya de esta manera: hoy atrapan las imágenes en movimiento continuo, en un mundo inmerso en pantallas grandes y pequeñas. La mente se posa tan solo un segundo y, sin movimiento, se inquieta. Entonces, ¿quién sabe que Durango es oro  y rojo llama como el cráter del volcán bajo una turquesa de cielorraso?, ¿que a veces es alegre como un circo recién llegado pero otras resbala de melancolía ocre por la montaña?.  Sin palabras escribe Solde que así es Durango, eso y mucho más, él que aún conserva el gusto de mirar y se detiene, y sobrevuela por campos y aldeas. Nos escribe que aún tenemos tiempo y posibilidad de volar, de mirar a Durango desde arriba, en los instantes de arte y belleza que jamás una pantalla igualará. Aprender  el placer de mirar Durango, otra vez, con Solde que nos invita: How many times must a man look up Before he can see the sky?

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_¿Cuántos caminos debe un hombre recorrer antes de que lo llamen un hombre?_  Por el Palacio de Etxezarreta discurre estos días el camino que recorrió Solde  por Durango, su jardín heterotópico. Para Él Durango supuso su gran jardín compartido, su paraíso existencial. Representó la más minúscula porción del mundo que le tocó vivir pero que paradójicamente compendió su totalidad. Su gran jardín, su refugio fue desde que comenzó a crear, una especie de heterotopía feliz y universalizadora de la que nunca quiso escapar. La muestra recoge la idea de formar una especie de archivo con el propósito de encerrar en un lugar todas las visiones de su jardín en la dirección ideal.

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Enrique Díaz Soldevilla, de niño, aprendiendo a andar con su madre, de quien tomó el nombre artístico de ‘Solde’. ·PHOTO · Arhivo familiar de Solde
Es Otro Durango, sí, pero ¿tan diferente a aquel hacia el que cabalgaba Bob Dylan cuando le decía a Magdalena no llores mi querida, dios nos vigila pronto el caballo nos llevara a Durango? Igualmente podremos beber como ellos donde antes estaban nuestros abuelosWe’ll drink tequila where our grandfathers stayed ¿Tal vez sea por esto por lo que mucha gente, emocionada, haya abandonado entre lágrimas esa heterotopía feliz donde el agua se queda, cae la tarde, hay viento, tal vez siempre es octubre?  the answer is blowing in the wind.

“Un poeta es como cualquier hombre pero cualquier hombre no es un poeta”

Y a otro le parecerá otra cosa. en MUGALARI.info


¿Cuántos caminos debe un hombre recorrer
antes de que lo llamen un hombre?
¿Cuántos mares debe surcar una paloma blanca
antes de que pueda dormir en la arena?

¿Cuántas veces aún las balas de cañón deben volar
antes de caer para siempre?

La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento…
La respuesta está flotando en el viento.

¿Cuántos años debe una montaña existir…
antes de disolverse en el mar?
¿Cuántos años deben vivir algunas personas
antes de que se les permita ser libres?

¿Cuántas veces puede un hombre volver su cabeza
fingiendo que simplemente no ve?

La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento…
La respuesta está flotando en el viento.

¿Cuántas veces debe un hombre mirar hacia arriba
antes de que pueda ver el cielo?
¿Cuántas oídos debe tener un hombre
antes de poder oír el llanto de su prójimo?

¿Cuántos muertes se necesitarán aún hasta darse cuenta
de que ya ha muerto demasiada gente?

La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento…
¡La respuesta está flotando en el viento!