christmas tree? |
máquina de hacer sonetos |
Raymond Queneau, compuso un artefacto en 1961, Cent mille miliards de poèmes, que ahora la editorial Demipage recupera para conmemorar el 50 aniversario de su primera edición. "Cien mil millones de personas": diez páginas, cien billones de poemas. Diez escritores, un soneto cada uno y la máquina de Queneau: al estar cada verso recortado en una tira, es posible lograr tantas combinaciones como la que se extraen de calcular 10 sonetos elevado a 14 los versos de que consta esta composición poética. De la operación matemática saldrían más de cien mil millones de poemas.
Los sonetistas son Jordi Doce, Rafael Reig, Fernando Aramburu, Francisco Javier Irazoki, Santiago Auserón, Pilar Adón, Javier Azpeitia, Marta Agudo, Julieta Valero y Vicente Molina Foix y han seguido ciertas normas: versos alejandrinos [No lo recordaba, que reciben este nombre porque dos poetas franceses, Alexandre de Paris y Gautier de Châtillon, comenzaron a utilizar este tipo de versos de 14 sílabas en sus composiciones que versaban sobre la vida y hazañas de Alejandro Magno]. Jordi Doce es el que abre el libro y por lo tanto marca la rima. De esta forma, "el accidente, el juego y el azar" irrumpen en el acto poético.
Cien mil millones de poemas. Demipage
Raymond Queneau, creador del grupo Oulipo, acrónimo de Ouvroir de Littérature Potentielle (Taller de Literatura Potencial), se apartó del surrealismo porque defendía un método de creación que aplicara de manera consciente dificultades a la escritura.
Visto en: FNAC
Precio: 25€
Queneau es autor además del divertido libro 'Ejercicios de estilo', en el que describe de 99 formas distintas un suceso irrelevante acontecido en un autobús.
Subido al autobús, por la mañana,
Entre golpe, cabreo y apretón,
Me encuentro con tu cuello y tu cordón,
Lechuguino chuleta y tarambana.
Entre golpe, cabreo y apretón,
Me encuentro con tu cuello y tu cordón,
Lechuguino chuleta y tarambana.
De improviso y de forma un tanto vana,
Gritando que te ha dado un pisotón,
Provocas a un fornido mocetón
Que por poco te zurra la badana.
Gritando que te ha dado un pisotón,
Provocas a un fornido mocetón
Que por poco te zurra la badana.
Y vuelvo a verte al cabo de dos horas
Discutiendo con otro pisaverde
Acerca del gabán que tanto adoras.
Discutiendo con otro pisaverde
Acerca del gabán que tanto adoras.
Él critica con saña que remuerde;
Tú te enojas, fastidias y acaloras
Y, por toda respuesta, exclamas: “¡Merde!”.
Tú te enojas, fastidias y acaloras
Y, por toda respuesta, exclamas: “¡Merde!”.
lo mismo en PUNTO DE VISTA SUBJETIVO
No estaba descontento con mi vestimenta, precisamente hoy. Estrenaba un sombrero nuevo, bastante chulo, y un abrigo que me parecía pero que muy bien. Me encuentro a X delante de la estación de Saint-Lazare, el cual intenta aguarme la fiesta tratando de demostrarme que el abrigo es muy escotado y que debería añadirle un botón más. Aunque, menos mal que no se ha atrevido a meterse con mi gorro.
Poco antes, había reñido de lo lindo a una especie de patán que me empujaba adrede como un bruto cada vez que el personal pasaba, al bajar o al subir. Eso ocurría en uno de esos inmundos autobuses que se llenan de populacho precisamente a las horas en que debo dignarme a utilizarlos. otros
Poco antes, había reñido de lo lindo a una especie de patán que me empujaba adrede como un bruto cada vez que el personal pasaba, al bajar o al subir. Eso ocurría en uno de esos inmundos autobuses que se llenan de populacho precisamente a las horas en que debo dignarme a utilizarlos. otros
2 comentarios:
este último relato es muy divertido,y además suele ocurrir, sales de casa pensando que estás hecha un pincel,y enseguida te encuentras con alguien que te deja chafada
Estou esperando visita!
Anisia, síganos visitando, por favor!
Feliz 2012.
http://www.youtube.com/watch?v=7ZNLeo9LGyw&feature=related
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