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jueves, 5 de mayo de 2011

un exiliado de tercera en París durante la segunda guerra mundial

nos recomienda que leamos un anónimo comentario a la entrada me voy con los muchachos de la CNT, a quien damos las gracias desde aquí por la sugerencia.


Carles Fontserè i Carrió (1916 - 2007) fue un cartelista anarquista catalán que destacó por sus trabajos para la CNT, la FAI y el POUM durante la Segunda República y la Guerra Civil Española, influenciado por el asimismo cartelista Helios Gómez. En 1939 se exilió a Francia y posteriormente a México y Nueva York. Trabajó junto a Salvador Dalí y Cantinflas y en Hollywood, como otro de los grandes cartelistas libertarios, Alfonso Vila "Shum".





un exiliado de tercera en París durante la segunda guerra mundial

"Carles Fontserè narra con viva emoción y acerado espíritu crítico un período crucial de la historia: desde el forzado exilio de los republicanos derrotados en la Guerra Civil hasta el desfile victorioso de los aliados en los Campos Elíseos de París. Fontserè arremete contra los tópicos de la memoria colectiva y las imposiciones de la historia oficial. Rememora sin tapujos la crueldad de los campos de concentración franceses, la utilización de los republicanos exiliados como carne de cañón en la Segunda Guerra Mundial, la apacible vida cotidiana y el bullicio noctámbulo del París ocupado por las tropas alemanas, el falso mito de la Resistencia o el mediocre papel de las elites republicanas en el exilio. Sus impagables vivencias atrapan al lector como si se tratase de una trepidante novela de aventuras que, sin embargo, no desdeña el apoyo de innumerables fuentes históricas, algunas de ellas silenciadas por los intereses dominantes. En sus memorias resuenan los ecos de los miles de «exiliados de tercera» que se vieron obligados a cruzar la frontera y acabaron arrastrados por el torbellino de la Segunda Guerra Mundial." ver fuente

[Mi tía, exiliada con su padre, mi abuelo, en Francia siempre cuenta que los franceses le trataron muy mal cuando era niña. Sobre todo en el colegio]


Fontseré tenía solo 20 años cuando estalló la guerra, su juventud no fue óbice para que sus obras resalten por su fuerza y expresividad. Fue uno de los impulsores del Sindicato de Dibujantes Profesionales de Barcelona. Alistado en las BB.II. combatió en el Ebro. Se exilió a Estados Unidos. Carles Fontseré publicó sus memorias en 1995.


Consideraciones sobre el cartel de la guerra civil

"Uno de los fenómenos intrínsecos de la Guerra Civil española que ha permanecido prácticamente inaveriguado, cuando no oculto, durante la cuarentena franquista, y que, incluso hoy, no ha sido valorado en su justa magnitud, es la explosión cartelista de julio del 36 en Barcelona, no obstante ser aquellos primeros carteles los que configuraron, en el exterior, la imagen heroica de la revolución española que, en la época, alumbró una gran esperanza en los corazones del proletariado internacional. Revolución roja y negra que se prolongó hasta las sangrientas jornadas de mayo del año siguiente en las que triunfó el gobierno de Negrín y se consolidó la influencia del partido comunista en toda la zona republicana. En el transcurrir de aquellos primeros días de lucha callejera, cuando las fuerzas militares sublevadas acechaban amenazadoras en Zaragoza y otras capitales de España, y la burguesía pudiente catalana imbuida de «noucentisme» y de «seny» juzgaba la victoria popular como la euforia desquiciada de una algarada pasajera, la iconografía revolucionaria de los carteles que con prontitud extraordinaria llenaron las paredes de la agitada Barcelona, apareció, a los ojos de todos, burgueses atemorizados y luchadores revolucionarios, como signo inequívoco de una mayoritaria voluntad popular de lucha antifascista". seguir leyendo





Visto en: casa del libro
Precio: 30€







fragmento de La montaña mágica

"¡Oh, encantadora belleza orgánica que no se compone de pintura al óleo ni de piedra, sino de materia viva y corruptible, llena del secreto febril y de la podredumbre!



¡Mira la simetría maravillosa del edificio humano, los hombros y las caderas y los senos floridos a ambos lados del pecho, y las costillas alineadas por parejas y el ombligo en el centro, en la blandura del vientre, y el sexo oscuro entre los muslos! Mira los omóplatos, cómo se mueven bajo la piel sedosa de la espalda, y la columna vertebral que desciende hacia la doble lujuria fresca de las nalgas, y las grandes ramas de los vasos y de los nervios que pasan del tronco a las extremidades por las axilas, y como la estructura de los brazos corresponde a la de las piernas. ¡Oh, las dulces regiones de la juntura interior del codo y del tobillo, con su abundancia de delicadezas orgánicas, bajo sus almohadillas de carne! ¡Qué fiesta más inmensa al acariciar esos lugares deliciosos del cuerpo humano! ¡Fiesta para morir luego sin un solo lamento! ¡Sí, Dios mío, déjame sentir el olor de la piel de tu rótula, bajo la cual la ingeniosa cápsula articular segrega su aceite resbaladizo! ¡Déjame tocar devotamente con mi boca la “Arteria femoralis” que late en el fondo del muslo y que se divide, más abajo, en las dos arterias de la tibia! ¡Déjame sentir la exhalación de tus poros y palpar tu vello, imagen humana de agua y de albúmina, destinada a la anatomía de la tumba, y déjame morir con mis labios pegados a los tuyos!"

Thomas Mann

2 comentarios:

baldo dijo...

Gracias por las pistas, por los carteles que apuntan en muchas direcciones. El mundo es ancho, ciertamente, y profundo.

Anónimo dijo...

El libro de Carlos Fontseré es magnífico.