abrirá sus puertas al público en Getaria el próximo 10 de junio de 2011, viernes. El 7 de junio tendrá lugar la inauguración oficial. El presidente del Patronato Cristóbal Balenciaga es el modisto Hubert de Givenchy. En el podrá verse una exposición permanente compuesta por unas 100 obras de arte creadas por él. También habrá espacios para las exposiciones temporales.
El maestro de la alta costura nació en Getaria en 1895. Su padre, José Balenziaga, pescador. Su madre, Martina Eizaguirre, costurera de profesión.
Balenziaga al parecer se sintió inclinado hacia la costura desde muy joven, oficio que aprendió gracias a su madre. "Admirador de la elegancia de Blanca Carrillo de Albornoz y Elio, marquesa de Casa Torres, que veraneaba en Getaria, un día que ésta le preguntaba por su madre, tuvo el valor de pedirle que le dejara hacerle un vestido, algo que la marquesa, sorprendida, aceptó. A partir de entonces se convertiría en su mecenas".
Balenciaga tuvo en Givenchy un gran admirador y discípulo tardío desde 1953, año en que se conocieron. Y con él aprendieron el oficio Courrèges y Ungaro.
Perfeccionista del corte, Balenciaga centró su investigación en la construcción de cuellos y mangas, obsesionado con encontrar la manga perfecta
y sus logros en esta pieza son verdaderas obras maestras.
"Optó por prendas 3/4 de cuerpo holgado, que sentaban bien a todas las siluetas, llegando en los Cincuenta a la línea Saco, evolución de la línea Barril, un éxito total".
Balenciaga entendía el vestido como un armazón capaz de transformar la silueta femenina, y acabó convirtiendo a la mujer en el elemento sustentante de una estructura geométrica, en una depuración de las formas...
Balenciaga no vendía ni toiles* ni patrones a los grandes almacenes americanos, sólo modelos originales en número y series limitadas. Fiel a su rígido carácter, se negó siempre a rebajar los precios, sabedor de la valía de cada uno de sus modelos y a raiz de la revolución estudiantil de mayo del 68 en París, Balenciaga se retiró de la moda, consciente de que no había sitio para el lujo y la elegancia que él había representado.
En su paleta de colores marrones y negros de la tierra, los rosas y púrpuras de la Iglesia.
Su creación 
Su modelo, Colette, una mujer de aspecto andrógino, muy flaca pero de cadera ancha.
Poseedor del arte de disimular los defectos de los cuerpos femeninos, decía:
"Una mujer no necesita ser perfecta ni bella para lucir mis vestidos, el vestido lo hará por ella"
versos de Epílogo (III)
Los poetas esculpimos con cincel de Ideas
ese inmaculado Paros, bloque virginal de la belleza,
con dedos activos vamos logrando
alguna estatua pura de peplo estrellado,
¡Para que un día, con admirables rayos grises y rosados
surja la serena obra maestra, como nuevo Memnos,
Alba-Posteridad, hija de tiempos tristes,
y haga resonar nuestro nombre en el aire futuro!
Paul Verlaine
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