El 11 de marzo de 2011 un terremoto magnitud 8,9 Mw golpea Japón
富士山 el monte Fuji. Considerado sagrado desde la Antigüedad, les estaba prohibido a las mujeres llegar a la cima hasta finales del siglo XIX.
Tras el seísmo se genera una alerta de tsunami para la costa pacífica de Japón y otros países, incluidos Nueva Zelanda, Australia, Rusia, Guam, Filipinas, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Nauru, Hawái, Islas Marianas del Norte, Estados Unidos, Taiwán, América Central, México y las costas de Sudamérica, especialmente Perú y Chile. La alerta de tsunami emitida por Japón fue la más grave en su escala local de alerta, lo que implica que se esperaba una ola de 10 metros de altura. (wiki)
¡¿Qué se hace mientras llega la ola?!!
Pienso en la Gran Ola, la de Hokusai, tan preciosa y ¡que terribles augurios!:
Todo el círculo del Pacífico se encuentra bajo alerta de tsunami y se esperaba una ola de 10 metros de altura.
¡Ojalá pase lo que con los Bárbaros!
Porque se hizo de noche y los bárbaros no llegaron (Cavafis)
La ola de Hokusai
La gran ola de Kanagawa [ 神奈川沖浪裏 Kanagawa oki nami ura?, literalmente «Bajo una ola en altamar en Kanagawa»], también conocida simplemente como La ola o La gran ola, es una estampa japonesa del pintor especialista en ukiyo-e, Katsushika Hokusai, publicada entre 1830 y 1833, durante el período Edo de la historia de Japón.
Considerada como la estampa japonesa más famosa La gran ola de Kanagawa influyó en grandes artistas como Claude Monet, Claude Debussy, en "La montaña" de de Rainer Maria Rilke, y en la primavera~verano 2007 de John Galliano.
Desde un enfoque puramente subjetivo la ola generalmente es descrita como la producida por un tsunami o una ola gigante, pero es también descrita como una ola monstruosa o fantasmagórica, como un esqueleto blanco que amenaza a los pescadores con sus «garras» de espuma.
[ 31 de octubre de 2010, cumpleaños de Hokusai. Doodle solo aparecido en la página web japonesa de Google ]
el mundo flotante
El ukiyo-e (浮世絵, 'ukiyo-e'? lit. «pinturas del mundo flotante»)
Es una técnica de estampa japonesa, muy popular durante el período Edo de la historia de Japón. La técnica de grabado a partir de planchas de madera se introdujo en Japón en el siglo VIII procedente de China. A partir del siglo XVII esta técnica se comenzó a utilizar para ilustrar poemas y romanceros. Es durante ésta época cuando surge propiamente el estilo del ukiyo-e, el cual reflejaba la vida e intereses de los estratos más bajos de la sociedad: mercaderes, artistas y rōnin, quienes estaban desarrollando su propio arte y literatura en zonas urbanas como Edo (hoy Tokio), Osaka y Sakai, en un movimiento que se conocería posteriormente como ukiyo, el mundo flotante.
Fue el novelista Asai Ryōi quien en el año de 1661 definió al movimiento en su libro Ukiyo-monogatari:
«viviendo sólo para el momento, saboreando la luna, la nieve, los cerezos en flor y las hojas de arce, cantando canciones, bebiendo sake y divirtiéndose simplemente flotando, indiferente por la perspectiva de pobreza inminente, optimista y despreocupado, como una calabaza arrastrada por la corriente del río». [Cortesana tocando el shamisen, de Isoda Koryusai, c. 1785.]
El Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, el Museo Británico en Londres, la colección de Claude Monet en Giverny, Francia, la Galería Sackler, el Museo Guimet y la Biblioteca Nacional de Francia son algunos de los lugares donde se cuenta con alguna de las copias en exposición.
Visto en: Discomagnet
Precio: 16€
(Haiku)
Crepúsculo de cerezas.
También hoy se ha convertido
en pasado
Kobayashi Issa
Suerte ahora para todas las gentes del Pacífico
viernes, 11 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Un pueblo disciplinado, con una enorme conciencia colectiva, y educado en la respuesta a todo tipo de eventualidades desde las escuelas, asume el ataque de la naturaleza y aprende qué es lo mejor que puede hacer cada uno en caso de seísmo. No atascar las vías por un pánico incontrolado, seguir trabajando allí donde sea posible hacerlo, estar atento a los comunicados oficiales, colaborar en las tareas de rescate con una organización en materia de protección civil bastante eficaz, y, sobre todo, entender el seísmo como un acicate para recuperar la normalidad cuanto antes, y no como una tremenda excusa para paralizar el país entero, agravando el daño recibido.
De ahí que sea importante que además de plantear planes de protección civil para cualquier eventualidad previsible, nos planteemos también incentivar la educación en las escuelas, y en las comunidades de vecinos, para que la respuesta ciudadana resulte de ayuda a las autoridades, que tienen muy clara cuál ha de ser la prioridad en cada caso.
(el día digital)
bueno muy bien dicho por parte de Anónimo.Si, el pueblo japonés seguramente es un pueblo bien educado,y civilizado,pero en un momento como el de la gran Ola, no sé yo, el cerebro debe de reaccionar por su cuenta. Lo digo desde mi punto de vista que soy española.No sé porque me recuerda el Evangelio del fin del mundo.A ver si nos acordamos todos de lo pequeños que somos los humanos ante estas grandes catástrofes. Siento una gran pena por el pueblo japonés. Si estas grandes olas por otro lado han servido de inspiración a grandes artistas modistos,pintores deben tener algún atractivo supongo.Un buen atractivo es tu presentación Anisia
Es terrible y lo peor está por llegar desde la central nuclear de Fukushima Daiichi. El terremoto y el tsunami son obras de la naturaleza contra la que (seamos culpables o no de su protesta)es muy dificil luchar o prever sus manifestaciones, y a mi me impresionó mas el tsunami del Indico en 2004 por "lo nunca visto" y su espectacularidad.
Las manifestaciones de la naturaleza, aunque terribles y a veces muy mortiferas, suelen ser grandiosas y por lo tanto, fuente de inspiración.
Más miedo dá la Central nuclear ¡gran obra del Hombre y que ahora no la pueden arreglar!.
Ayer vi en una redifusión en la tele a un señor japones que había viajado a Tailandia para ayudar cuando la gran ola de 2004, diciendo que Japon era el pais del Tsunami, que la palabra Tsunami era japonesa y, ¡Me dió tanta pena pensar en ese señor hoy!
Pero lo que más lo que más me ha admirado ha sido la maestra con los niños ¡tan formales! en la barca. Pasa lo mismo por aquí y ... todos ahogados. Incluída la maestra.
Publicar un comentario