de la Sociedad de ambientadores y personas elegantes

papeles perdido


Casa África














Exposición (por si alguien viaja a Canarias en Semana Santa)

Dónde: Casa África, Las Palmas de Gran Canaria, Canarias,
Cuándo: 04/03/2011-29/04/2011


El límite de la fotografía es nuestro propio límite



"Ochenta imágenes de Baudouin Mouanda (República del Congo) y Héctor Mediavilla (España) nos adentran en el fascinante mundo de la Sociedad de Ambientadores y Personas Elegantes (S.A.P.E.), un movimiento rico en significados tanto visuales como ideológicos, como queda evidenciado en las dos miradas tan diferentes que sobre este fenómeno aportan ambos fotógrafos. Se trata de la próxima exposición de Casa África, que se podrá visitar en la sede de la institución a partir del 4 de marzo y que se centra en una filosofía originaria de los barrios pobres de Brazzaville y Kinshasa. Con esta muestra se quiere dar a conocer una faceta de la realidad cultural africana contemporánea tan desconocida como extravagante, que nos transporta simultáneamente a un mundo de elegancia y de supervivencia."



Adquiriendo una ropa que ni en sueños muchos podrían permitirse, los sapeurs ocultan su origen social y lo transforman en una victoria a través de una imagen de prosperidad y de éxito social que lleva consigo un mensaje: el rechazo a la pobreza.



"/.../este verdadero arte de la apariencia, pero sobre todo, nos permiten viajar al mundo de los sueños de esta joven población urbana de Brazzaville y Kinshasa y entender que el culto que practican lleva aparejado un mensaje implícito de resistencia, una lucha por subvertir su estatus social tanto dentro de su propia comunidad, de su país y de otros países africanos, como en nuestra visión occidentalizada fija e inmóvil."

"Un artista nunca es pobre"




"La sape congolesa es un fenómeno que se inicia a comienzos del siglo XX con la colonización francesa en el Congo y se basa en el mito de la elegancia parisina que surgiría entre los miembros de la etnia Bakongo. Grenard André fue el primer congolés, en 1922, que regresó de París vestido según las directrices de la elegancia francesa. Su llegada causó una conmoción sin precedentes, convirtiéndose en el primer Grand sapeur y extendiendo el fenómeno hasta la actualidad. Los sapeur, partiendo de una doctrina de elegancia extrema, ascienden en fama y admiración en la medida en que son capaces de particularizar el estilo con un repertorio de gestos e indumentarias propias. El sueño que les une es ir a Paris y volver como aristócratas de la elegancia. Y todo ello en medio del desbarajuste económico, la hambruna y el conflicto bélico". (carnabys.blogspot)



El negro contento


Era un negro,muy negro y flaco muy flaco,
sus piernas largas terminaban en pies anchos como la hoja de una planta del país.
No tenía nada.
No tenía novia.
No tenía madre.
Ni madrina.
Ni goma de mascar.
No tenía nada.
Entonces, ¿qué tenía? ¿Por qué reía, por qué cantaba?¡Negro contento!¡Qué negro contento! ¡Cómo tocaba con sus dedos finos, largos, veloces y negros ese negro contento!
¿Qué tocaba?¿Un tambor?, no; ¿una guitarra?, no; ¿un banjo?, no.No, no, no.
Bailaban sus dedos vertiginosamente
en un pequeño cajón de lustrabotas.
¡Qué negro aquel!Daba gusto oírlo,
la tonada era alegre, movía los hombros,
movía la cabeza, movía los ojos,
movía los pies.
No tenía nada.Estaba contento.
¡Qué negro contento!


Raúl González Tuñón