MIS OJOS, QUE CODICIAN COSAS BELLAS_ Decidme cómo es un árbol, imploraba el corazón de patio del poeta Fernando Macarro Castillo, hijo de Marcos y Ana. De patio de cárcel, su residencia durante tantos años de su afortunadamente larga vida. Más de 20 años que le convirtieron en poeta, allí aprendió la “carpintería del poema”, y en el preso político que más tiempo sufrió en las cárceles franquistas, hasta que una joven Amnistía Internacional le sacó de ellas a principios de los 60. ¿Mi pecado?, respondía:
Mi pecado es terrible;
Quise llenar de estrellas
El corazón del hombre.
Decidme como es un árbol_ Recordaba el domingo estos versos, tantas veces escuchados estos días de duelo tras su fallecimiento a la edad de 96 años. ¿Cómo es un árbol?
En la plaza de Pinondo, en Durango, hay un ejemplar del conocido como árbol de Goethe, un enigmático Ginkgo biloba. También llamado el Árbol sagrado, el Árbol de las Pagoda y el Árbol de los 40 escudos, es oriundo de China y llegó a Europa durante el siglo XVIII como árbol ornamental y se conservó en jardines, como este que tenemos en Durango. Según cuentan, hace mucho tiempo que se apreció su capacidad para resistir la contaminación y las inclemencias del tiempo, y hace siglos ya que poetas y artistas comenzaron a emplear sus hojas por su facultad de hacer llegar a las musas. ¿Quién plantaría este dueño ahora de secretos antiguos que le infundieron alma?
Este árbol, un testigo del tiempo según denominación de Darwin, está considerado como la especie superior viva más antigua del planeta, que en realidad no sé qué quiere decir exactamente, y explosiona de amarillo al final del otoño. Es un espectáculo y, ¡no se lo pueden perder! Guirnaldas amarillas escalaban los árboles, cantaba otro poeta, Juan Ramón. Árbol sin parientes vivos en el mundo dicen que puede llegar a vivir un milenio. Al pie de este gran árbol con un tronco de amplio diámetro, se pueden recoger sus abanicos.
Marcos Ana ¡se hubiese quedado boquiabierto!
Ya olvido
La dimensión de las cosas
Su olor, su aroma
Escribo a tientas el mar,
El campo, el bosque,
Digo bosque
Y he perdido la geometría del árbol.
Hablo por hablar asuntos
Que los años me olvidaron,
No puedo seguir
Escucho los pasos del funcionario.
Marcos Ana: vale la pena luchar y el odio es como llevar una piedra en el bolsillo.
Aurora Enrique: el domingo, 27 de noviembre de 2016, estaba así de impresionante. Vayan a verlo antes de que llegue Navidad. Ustedes que pueden, podrán sentir el amor sutil que las “cosas” sienten por quienes las han elegido, como pensaba Mujica Laínez. De haber estado, también Marcos se habría enamorado.
Y a otro le parecerá otra cosa en MUGALARI.info
No hay comentarios:
Publicar un comentario