Navega el navegante, aunque sepa que jamás tocará las estrellas que lo guían

¡Salud a la cofradía trotacalle y trotamundo!


sábado, 18 de mayo de 2013

come hear the music play Life is a cabaret, old chum

escuchando la lluvia que ya no canta, he leído que al portugués Nuno Júdice le han dado un Premio de Poesía Iberoamericana


Escuchando las canciones de kurt weil, [¡que buena compañía!]
bajo un cielo de lluvia en Lisboa, puedo pensar
que estoy en Berlín bajo un cielo de nieve
o en otro sitio así, donde cuando llueve,
se escribe. (NJ)

Hace muchos día que llueve. A mí me gusta. Hace un año fue un día exacto al de hoy, salvo en que era completamente viernes. La misma lluvia, el mismo frío, quizá un poco menos. Me acuerdo porque casi nunca voy a bodas (me dan pánico escénico) pero aquel día fui a una de esas a las que si voy: por ejemplo a ésta no fueron los que que se casaban.

La música de Kurt Weill y la lluvia de Lisboa teletrasportan a Nuno Júdice a Berlín, allí donde el músico junto al poeta Bertolt Brecht creó una nueva forma de teatro musical

canta el


kurt weil y Bertold Brecht  realizaron en 1928  una versión actualizada de la ópera inglesa La ópera del mendigo o del vagabundo titulada  La ópera de tres centavos o de cuatro cuartos. Valiéndose de una  orquestina de cabaret y cantada por actores no profesionales realizaba una crítica del mundo capitalista poco antes del crac del 29. Muy ad hoc para estos días negros de Gran Depresión.

Tantos años después...

Kurt Weill duo, es un grupo de jazz de Oslo formado por Hilde Leite Gaupås y Sigrun Eng, que realizan una performance según la tradicion del cabaret de la Alemania del periodo Weimar,  inspiradas por artista como Lotte Lenya (esposa de Weill),



Marlene Dietrich, Theresa Stratas, Meret Becker, Tom Waits, and Edith Piaf.




[Bilbao song]

Amanda MacKinnon Palmer es la vocalista y pianista del grupo The Dresden Dolls. Le dicen que  un Cabaret Punk Brechtiano y hoy, ahora ya domingo, actúa en Boston. En el Brattle Theatre- FILM SCREENING. Puede que en un bello y azul domingo

Estrella, ¡No te lo pierdas! 

Escuchando esas canciones que repiten
sílabas secas, desde un piano que arrastra
los sentidos hacia el fin de la frase, espero
que la lluvia venga del norte...



[Lo leí una vez pero ahora no lo recuerdo muy bien. En su teclado Kurzweil juega con el nombre del fabricante y el del músico Kurt Weill. En este video de arriba se puede ver como en el frontispicio del piano lleva escrito el nombre del compositor.]



Este poema de amor de BB es un poco largo pero es domingo y hablando de bodas...

Balada de Hanna Cash

1
Con la falda de algodón estampado y el pañuelo amarillo
y sus ojos de mares negros,
sin dinero ni talento pero con suficiente
cabello negro, que lleva suelto
hasta los negros dedos de los pies,
esa fue Hanna Cash, hija mía,
la que enjabonaba a los "gentlemen".
Vino con el viento y se fue con el viento
que recorre los parámos.

2
No tenía ni zapatos ni camisa alguna
¡y tampoco se sabía los cánticos!
Y era como una gata arrastrada por el agua hacía la gran ciudad,
una pequeña gata gris atascada entre leños,
entre cadáveres entre los negros canales.
Lavaba las copas de absenta
pero nunca se limpió a sí misma
y aun así Hanna Cash, hija mía,
también tuvo que haber sido pura.

3
Y una noche entró en el bar de marineros
con sus ojos de negros mares
y conoció a J. Kent, el de pelo de topo,
el navajero del bar de marineros,
¡y ella le consintió que se fuera con él!
Y cuando se rascaba la barbilla
el salvaje Kent y le guiñaba,
entonces, hija mía, Hanna Cash su mirada
sentía hasta en los dedos de los pies.

4
Se "llegaron a conocer" entre caza y pescado
y "fueron juntos por la vida",
no tuvieron cama ni tenían mesa,
ni tenían caza ni pescado
ni un apellido para los hijos.
Pero aunque sople el viento de nieve, aunque caiga la lluvia,
aunque se ahogue el páramo,
Hanna Cash, hija mía, se queda
con el hombre que ama.

5
El sheriff dice: ése es un canalla
y la lechera dice: anda torcido
Pero ella dice: ¿Qué más da?
Es mi hombre. Y ella era muy libre
y se quedó con él. Sin más.
Y aunque cojee, y esté loco,
y aunque le pegue,
pregúntale a Hanna Cash, hija mía,
tan sólo si le ama.

6
No había techo donde estaba la cuna
y los goples los daban los padres.
E iban juntos año tras año
desde la ciudad de asfalto hasta los bosques
y desde los bosques a los páramos.
Andando entre la nieve y el viento
hasta que ya no aguantas más
así anduvo Hanna Cash, hija mía,
y siempre con su hombre.

7
Ningún vestido era tan pobre como el suyo
y nunca hubo domingos para ella,
ni excursiones de tres al bar de tartas de cereza
ni tostadas por pascua
y ninguna armonía de palabra.
Y eran todos los días como lo son todos
y no había luz del sol:
siempre tenía Hanna Cash, hija mía,
el sol sobre su rostro.

8
Él robaba los peces y ella robaba sal,
así fue. "La vida es dura."
Y cuando guisaba los peces, mira,
los niños sentados en sus rodillas
recitaban el catecismo.
Durante cincuenta años contra viento y marea
durmieron en una misma cama.
Esa fue Hanna Cash, hija mía,
que algún día se lo pague Dios.
 
Bertolt Brecht

¿¡eran otros tiempos!?

4 comentarios:

estrella dijo...

estoy en Madrid!

Anisia Serendipia dijo...

y tus abedules ¿solos?

estrella dijo...

NOOOOO! La que viaja sola soy yo! Mi jardin y perrillo bien acompaniados...

Anisia Serendipia dijo...

Te estarán esperando