Navega el navegante, aunque sepa que jamás tocará las estrellas que lo guían

¡Salud a la cofradía trotacalle y trotamundo!


jueves, 10 de enero de 2013

así alas de mariposa

1 de enero de 2013

el mundo está desquiciado, ¡vaya faena haber nacido yo para tener que arreglarlo!
2

La vasta noche
no es ahora otra cosa
que una fragancia.
3

¿Es o no es
el sueño que olvidé
antes del alba?
14

¿Es un imperio
esa luz que se apaga
o una luciérnaga?

31 de diciembre de 2012, tarde de nochevieja

Antes de salir una advertencia: era muy, muy peligroso andar por las calles la tarde y noche de nochevieja~añonuevo. Que se ponían "locos", y nos dio risa. Era alrededor de las 7 de la tarde y el sonido de los bombardeos no cesaba y pronto nos dimos cuenta de que petardos, petardos suaves, petardos fuertes y contardos, explosiones, estallidos, chispas, voladores, girasuelos... se disparaban por doquier. Arsenales abandonados en las esquinas se activaban de pronto, familias salían con su cargamento pirotécnico y los lanzaban al tun tun. Los cohetes te pasaban rozando y lo mismo iban para arriba que en horizontal o a los pies... y hubo que batirse en retirada.
La atmósfera creada por ese retumbe perpetuo (sabiendo que no era la guerra y a pesar de mi odio por el ruido y por los petardos)...¡sobrecogedora!. Lo especial de ese día ahí para todos.



Hacia las 10 de la noche... Desde el ventanal del Marriott: los fuegos artificiales también iban in crescendo. Silbidos, ascensiones, palmeras, destellos, perlas, chispas, luz multicolor, sauces, surtidores (rojo, verde, azul ...), bolas de colores, lluvia de estrellas, humo tricolor, estelas de plata y de oro, palmeras blancas, palmeras multicolor, roja, dorada... HUMO. Las 12 campañadas, las 12 y media, la 1...y los fuegos y petardos no cesaban...¡hasta dormir!.



16

Lejos un trino.
El ruiseñor no sabe
que te consuela.


Jorge Luis Borges
Haikus de sus Diecisiete haiku

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde luego que el mundo está desquiciado,en estos momentos , yo ya no sé a veces, si hemos entrado en la cuarta dimensión nadie parece tener principios, o si los tiene, deben de ser como decía Groucho : tengo unos principios, si no os gustan estos, tengo otros

Anisia Serendipia dijo...

¡Ay, que gracioso es Marx!