Navega el navegante, aunque sepa que jamás tocará las estrellas que lo guían

¡Salud a la cofradía trotacalle y trotamundo!


martes, 8 de noviembre de 2011

tantos amaneceres y crepúsculos...

Tomás Segovia, 21 de mayo de 1927~7 de noviembre de 2011

bañándose en los Urrutia

y en Venecia con el pintor Ramón Gaya

versos del poema VII de el desamor

Y bien sé que si donde hablas sola
en la otra orilla de este hendido mundo
mojarás tú también tus mudos labios
corriente abajo de estas aguas
no pensarías nunca que es el mismo
donde sigo flotando como un antiguo ahogado
este tiempo que bebes y que no sabe a nada
que me traspasa aún pero que nunca
volverá a oler a mí.

Tomás Segovia

2 comentarios:

Anónimo dijo...

lo que tengo: "Siempre me canso de contar / Antes de contemplar el inventario / De todo lo que tengo / Tantos amaneceres y crepúsculos / Y altas noches calladas / Tantos árboles por todo el mundo / Casi todos con pájaros / Tantas delicias para el tacto y para el ojo / Y el oído hasta donde todavía me llega / Para el olfato y el taimado gusto / Y tantas horas para estar despierto / Y otras para soñar dormido / Y tantos días con sus noches / Como el fiel renovarse de las olas / Todo eso tengo y además / La mujer que me tiene".

Anónimo dijo...

Gracias, Anisia. Lástima que desaparece un hombre extraordinario y singular de un mundo igual de singular e irrepetible. Más aún ahora en que todo nos hace a todos tan similares, en obra y pensamiento. Decía ayer el diario que se había "ganado la vida siempre honradamente, o sea, no de escritor". Como hijo de republicano convencido, en él se aunaban el estudio y el trabajo manual, iban de la mano y con la misma dignidad, complementarios.
Interesante personalidad la de un pesimista la mar de optimista.
-Beilert-