Sinopsia:
Bardo deitzen zaio herriaren oroimena eta kultura gordetzen duen kantariari. Eta horixe da Orreagako abade berriak nahi ez duena. Hargatik, Gartxot, bertako bardoa, deserriratu eta Mikelot, haren semea bahituko du latinez kantatuko duen fraide bihurtzeko. Baina Mikelotek ihes egingo du eta berriro hasiko da kantuan aitarekin, herriz herri. Elizak iraintzat hartuko du kantaldi bakoitza eta fraide-gerlari beldugarrien esku utziko du aita-semeak harrapatzea. Tragedia XII. mendean. Hasi da konkista aurreko konkista.
(todo sobre la película en Gartxot Filma)
"Bardo navarro medieval (siglo XI-XII) emparedado en vida por haber cometido un crimen horrendo, al que, según la leyenda conservada en Izalzu, las palomas le llevaban granos de trigo para que no muriera en la soledad del invierno. Según Arturo Campión, que inmortalizó el trágico suceso en su precioso relato El bardo de Itzaltzu (San Sebastián, Beñat Idaztiak, 1935, 70 pp.), Gartxot era de Izalzu y collazo de la abadía de Roncesvalles cuando de ésta tomaron posesión los monjes franceses de Santa Fe de Conques. La leyenda que recogió este autor se asienta en un hecho histórico registrado en diversa documentación, entre la cual el rol de Miguel Gabardo, "amirat" de Roncal y Salazar a primeros del siglo XII. Los monjes hicieron hombre franco al bardo pero se quedaron con su hijo Mikelot, de voz privilegiada, a fin de hacer de él un monje cantor en lengua "culta", al que se enseñó a entonar las loas a Carlomagno vencedor de musulmanes. Pero Gartxot huyó con su hijo a los montes de Izalzu. Capturado por el merino, el bardo dio muerte a su hijo impidiendo así que los monjes lo recuperaran. Habiendo sido condenado a la hoguera su pena fue permutada por la de cinco años de encierro en una torre, sin otro recurso que la limosna pública en el paraje entonces denominado Elkorreta. Murió en abril de 1110, de hambre, sed y penalidades, al ir a ser liberado. "De esta manera -dice Campión- Gartxot de Itzaltzu fue enterrado por Turoldo, el preclaro vate de La chanson de Roland, y con Gartxot a una, la tradición baskónica de la batalla de Orreaga, cierta mañana del mes de abril del año 1110, mientras las nieblas de los valles, menos densas que las de la historia, ocultaban la sierra de Abodi y su yermo de Elokorreta". (fuente: Enciclopedia Auñamendi)
Gartxot trailerra from Somuga
"Es el siglo XII en Navarra y el Camino a Santiago está en pleno apogeo. El nuevo abad de Roncesvalles destierra a Gartxot, el bardo local, para quedarse con la voz prodigiosa de su hijo Mikelot y convertirlo en monje cantor.Mikelot consigue escapar del convento y canta de nuevo junto a su padre. Sus cantos se convierten en un símbolo contra la opresión. La Iglesia no esta dispuesta a aceptar esa afrenta y envía a los temidos monjes guerreros a la caza del bardo. Así comienza la tragedía, así comienza la conquista"
Juanjo Elordi Gartxoti buruz from Somuga
‘Gartxot’ es una película producida y filmada en euskera, y en esta lengua se proyectará, aunque algunas copias cuentan con subtítulos en castellano, francés, gallego y catalán.
Largometraje. 35mm / Digital
Basado en la novela de Arturo Campión
Directores: Asisko Urmeneta y Juanjo Elordi
Duración: 85 minutos.
Fecha de estreno: 18 de noviembre de 2011
El proyecto cinematográfico cuenta con la implicación del cantante Benito Lertxundi quien, además de ser el compositor de las canciones de la película, ha puesto voz a uno de los personajes, junto a Olatz Zugasti. De hecho, la música es uno de los elementos principales de esta cinta de animación. Los arreglos musicales han corrido a cargo de Aitor Furundarena, músico y compositor que ha sabido plasmar la simpleza y naturalidad de la música popular medieval en las secuencias que lo exigían.
La mayoría de los actores que han puesto las voces tienen experiencia en las Pastorales suletinas y algunos de ellos son músicos renombrados en el campo de la música tradicional. Así, el cantante Mixel Etxekopart es la voz de Gartxot y Luxi Agergarai y Maika Etxekopart -ambas integrantes del grupo de canto a capella Amaren Alabak ponen voz, respectivamente, a Mikelot y Xune.
La mayoría de los actores provienen de Zuberoa, por lo que aportan un acento cercano al euskara salacenco, actualmente desaparecido. Sin embargo, también hay voces de fuera, como la del actor Kike Amonarriz. (de la nota de prensa en castellano)
versos de El Embarco para Cyterea
Quiero quedarme en la ribera, ver
Confluir los colores en un mar de ceniza
Y mientras tenuemente tañe el viento
Las jarcias y las crines de los grifos dorados
Oír lejanos en la oscuridad
Los remos, los fanales, y estar solo.
Muchas veces la vi partir de lejos,
Sus bronces y brocados y sus juegos de música:
El brillante clamor
De un ritual de gracias escondidas
y una sabiduría tan vieja como el mundo.
La vi tomar el largo
Ligera bajo un dulce cargamento de sueños,
Sueños que no envilecen y que el poder rescata
Del laberinto de la fantasía,
Y las pintadas muecas de las máscaras
Un lujo alegre y sabio,
No atributos del miedo y el olvido.
También alguna vez hice el viaje
Intentando creer y ser dichoso
Y repitiendo al golpe de los remos:
Aquí termina el reino de la muerte.
Y no guardo rencor
Sino un deseo inhábil que no colman
Las acrobacias de la voluntad,
Y cierta ingratitud no muy profunda.
Guillermo Carnero
4 comentarios:
trágica historia, pero claro,en aquellos tiempos la gente era más natural y se mataba cara a cara. Ahora todo es más sofisticado y nos matan haciéndonos la puñeta y diciendo que es ppara el bien de la humanidad. Cuando estrenen la película procuraré ir a verla. Pobre niño todo le pasó por estar bien dotado, con una voz angelicalensessis
Creo que es justo recordar a Jesus Mari Arrieta contando o representando esta hitoria en las noches de verano
Sí, ¡que tiempos! no tendrá email para mandarle un recuerdo
Este Gartxot dibujado con líneas agudas y pulso enérgico cultiva una exaltación del sentimiento. Su relato, la tragedia del bardo enfrentado al abad del monasterio de Roncesvalles, aporta un tejido susceptible de provocar la emoción. Y así lo hace. Lo que acontece en este caso es que Gartxot redobla su capacidad de conmoción gracias a un sensible trabajo de equilibrios entre la música, el ritmo y el relato. Es probable que ahora pase inadvertido para el gran público, especialmente para el adulto; pero es más que posible que estemos ante el nacimiento de un pequeño clásico que perdurará como obra de referencia a través del tiempo.
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