Navega el navegante, aunque sepa que jamás tocará las estrellas que lo guían

¡Salud a la cofradía trotacalle y trotamundo!


viernes, 10 de junio de 2011

me da igual en esta noche ir a pie o en coche



días después del interesante artículo de Jordi Soler La era del te "...La popularidad del té, de su naturaleza inofensiva, queda muy bien en esta época de honda corrección política, donde todos se esfuerzan por hacer lo que debe hacerse, y por decir y pensar aquello que cuenta con el consenso de la mayoría. Lo de hoy es no ofender, estar de acuerdo, comportarse todos de la misma forma, militar con discreción en esa masa que, por su volumen, no puede estar equivocada...El orden ha sido subvertido: hace muy pocos años se quería la salud para vivir la vida, y hoy, en la era del té, la vida se vive en función de la salud..."

es completamente viernes, verano, y era para un té

Té Long Island





ingredientes:

- Vodka 2/12
- Ginebra 2/12
- Ron claro 2/12
- Tequila 2/12
- Triple sec 2/12
- Zumo de limón 1/12
- Refresco de cola 1/12



¡qué asco! ¡pide otro ponche!

preparación:

Agitar todos los ingredientes (excepto el refresco de cola) en coctelera. Todos los espiritosos de color transparente, abstenerse los añejos. Filtrar sobre un vaso de tubo y añadirle un chorrito de refresco de cola, lo suficiente para dar un color marrón palido (parecido al de un nestea). Adornar con una rodaja de limón.

Este cocktel de reputación barriobajera nació durante la Ley Seca en Nueva York. Los camareros mezclaban multitud de aguardientes de baja calidad y después añadían refresco de cola para darles el aspecto de te helado.


Capaz de tumbar a cualquier Valedor ...achis miachis....



¡Si beben, no conduzcan!

versos de Escrito en la trastienda

Hay una calle, larga borrachera,
pedazos de noche dispersada
y cuando llega el alba roja y con su clarín
revuela pájaros alucinados,
en todos los puertos del mundo
hay alguien que está esperando.

Raúl González Tuñón

8 comentarios:

CBM dijo...

Muchas gracias por la receta del Té Long Island: no me gusta nada el té ni el café pero, al ver que no aparecía por ningún sitio el té entre los ingredientes (cosa que me ha extrañado, luego al seguir leyendo ya lo entendí), me parece que me animaré a prepararme éste. Desde luego, queda confirmado que la pobreza agudiza el ingenio y los de las barriadas pobres se lo debían de pasar bomba tomando este té de las cinco.

Anónimo dijo...

Debe de estar riquísimo, en verano, con más limón y sin nada de refresco de cola, salga del color que salga.

Anónimo dijo...

El artículo es muy interesante y, en parte tiene razón: ahora la vida parece más sosa y aburrida sin personajes tan carismáticos y excéntricos como los que siempre existieron. Para colmo, te preocupas de la salud, todo te sabe más soso y sin gracia, compras brotes ecológicos y te atrapas la bacteria E-coli, que vaya nombre.
Al menos, el alcohol mata los bichos y sube el ánimo.

Luis dijo...

Tengo que reconocer que el té sí me gusta, pero siempre he pensado que le falta algo... ¿alcohol tal vez? He aquí una buena solución.

Anisia Serendipia dijo...

Te preocupas por la salud y todo lo que hagas es inutil pues siempre te confundes. Si vas mucho al médico no te hacen caso por que eres un hipocondriaco, si vas poco ya no te pueden hacer nada para cuando te descubren algo. Si te alargan la vida con veneno es un exito de los médicos pero si te mueres de ese veneno es tuya la culpa, porque has luchado poco y no tenías ganas de vivir. Vamos que la culpa es tuya bien por haber comido cerdo bien por haber comido tofú. Si no es por el vino es por el agua.

Anónimo dijo...

¡Qué monas las japonesas! ¿verdad?
Carlota

Anisia Serendipia dijo...

Sí. ¡Japón, no te mueras!

Anónimo dijo...

LA voz de Pedro Infante,es un placer escucharla,ahora ya parece que no están de moda los corridos mejicanos. Lo estuvieron hace tiempo y la verdad eran bonitos. Todo pasa y todo llega, etc