Navega el navegante, aunque sepa que jamás tocará las estrellas que lo guían

¡Salud a la cofradía trotacalle y trotamundo!


lunes, 2 de marzo de 2015

con el amor sutil que las cosas sienten por quienes las han elegido


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Maya Arrow
€65.00
Latón cobre dorado y dorado vintage y cuero marron


Cuando yo era pequeña, primero tuve unos pendientes y una pulsera de oro y poco después una sortija con un rubi. Pero yo quería una culebra, una serpiente para la muñeca. Mi padre era escultor y yo siempre le iba con la cantinela de hazme una pulsera de serpiente pero así con curvas y ojos.  Y me hacía una pulsera y yo pero si yo quería que mirase para otro lado. Después quería  una mirando para arriba... Ahora una sortija a juego...
Y luego una vez, cuando tendría 6 o 7 años, corrió el bulo de que el tercer Secreto de Fátima profetizaba que el 13 de mayo de aquel año los hijos primogénitos y los benjamines de las famílias morirían. Y yo entonces me empeñé en que mi padre me hiciese una imagen de esa Virgen porque si no, nos moriríamos mi hermana, el y yo, todos menos mi madre, que luego fue la primera que se murió. Y el que eso era una tonteria pero me hizo un colgante precioso con unos huesos que cogimos en la playa.
Luego cuando llegaba el verano siempre iba con mi madre primero a la zapateria a comprarme unas chancletas con margaritas y después, si era sábado, a comprarme un colgante de cuerno de nacar a la plaza (a tu mercadillo de las Dalias). ¡Me encantaban! Los mocasines indios y los flecos también me encantaban.


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Azul
€18.00
A mí me gustan mucho los objetos. A Manucho Mugica Lainez tambien. Siempre me hacen pensar en quienes los han hecho, lo que pensaron antes y cuando los hacían, para qué y a quién se lo dieron... esas preguntas, por eso me cuesta mucho tirar las cosas. La gente siempre se burla de los que tenemos muchas, como si no tenerlas les hiciese mejor. Se burlan a veces. Pero ¿Para qué guardas eso? ¡Cómo voy a tirar esto que alguien pensó y que igual el, u otro, hizo con tanto gusto. Igual con amor alguien se lo regaló a otro, o lo traicionó con ello... Les digo por ejemplo: este collar era de la abuela de mi cuñado. Esta taza rota y pegada era del ajuar de mi abuela... y estas maquetas cd iban camino de la basura cuando me tope con la encargada de tirarlas y cuando le convencí de que cómo iba a hacer eso, tirar los sueños que tanta gente había puesto en ellas y con aquellas carátulas tan preciosas que alguien había elegido nos las repartimos y nos dimos la vuelta. Yo por lo menos las conservo. 
Dice Manucho de los objetos que son los únicos fieles, los únicos que no traicionan. Nos acompañan, se solidarizan con nosotros, son parte de nosotros mismo. Dice además que los hombres no se dan cuenta de que somos sus amigos, que ansiamos comunicarnos con ellos... Yo también lo veo así.

Y yo pienso en estas cosas que hace Silke, que son únicas... Y me acuerdo de "El escarabajo", la  piedra enamorada de la ultima novela que Manucho escribió, ese talismán creada para la reina Nefertiti y que cuenta a lo largo de casi cuatromil años la vida de todos sus poseedores,  fiel a un amor (a Nefertiti) más fuerte que el tiempo.  

Esas de arriba son de Silke.Y cuando las lleven quizá recuerden siempre quien les acompañaba cuando la vieron en aquella película, si eran felices o estaban tristes...  Seguro que la recuerdan. SILKE. La actriz.


Visto en: bysilke


El alma de las cosas

Las cosas, de las cuales se afirma que carecen de alma, son dueñas de secretos profundos que se imprimen en ellas y les crean un modo de almas, especialísimo. Desbordan de secretos, de mensajes, y, como no pueden comunicarlos sino a los seres escogidos, se vuelven, con el andar de los años, extrañas, irreales, casi pensativas. Hablamos de pátina, de pulimento, del matiz de las centurias, al referirnos a ellas, y no se nos ocurre hablar de alma.

Manuel Mujica Lainez  ( de Bomarzo, que es precioso)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

si es cierto, las cosas a veces tienen alma,si te pones a pensar en la persona que las ha usado,y que probablemente han formado parte de su vida. Por eso a mi me da un poco de repeluz, cuando voy a un anticuario y pienso quien se habrá sentado tantas veces en esta silla tan bonita. Manías

Anisia Serendipia dijo...

Encambio a mí me encanta.