Navega el navegante, aunque sepa que jamás tocará las estrellas que lo guían

¡Salud a la cofradía trotacalle y trotamundo!


domingo, 13 de abril de 2014

el mundo en que vivimos ahora mismo

para mi amiga Marta, que llorará al verse tan en su pellejo





qué nerdy-s!


Y qué títulos!: "The way we live now", "Valley of the Flaws" y ¡¡¡"Zen and the Art of Car Mechanics"!!!


Con lo famoso que fue "Zen y el Arte del Mantenimiento de la Motocicleta" de Pirsig.

Para el maestro del Haiku, Baso Matsu, Zen significa "la conciencia cotidiana" que no es otra cosa que "dormir cuando se tiene sueño; comer cuando se tiene hambre".

 Apenas reflexionamos, razonamos y formulamos conceptos, lo inconsciente primario se pierde, y surge un pensamiento.

Un viaje en moto de un padre con un hijo de 11 años por las carreteras de EEUU y como en el Zen, se trata de concentrarse, observar y apreciar los detalles, hasta llegar a fundirse con la propia actividad, ya sea ésta una caminata por el bosque, escribir un ensayo o tensar la cadena de una motocicleta. ¿algo así como el SATORI?

"La magia de esta novela, que marcó a millones de lectores en todo el mundo, reside en su capacidad de cautivar al lector mediante una entrañable historia mientras explora nuestra herencia filosófica, de Sócrates a Kant, con el valioso contrapeso de las corrientes orientales."



Me voy de la partida
He estado fuera por mucho tiempo
Estoy buscando algo
No se puede encontrar en el desagüe principal, no
Estoy fuera de juego
He estado fuera por mucho tiempo
Estoy buscando algo
No se puede encontrar en el desagüe principal, no,

que conste que yo entendia "municipal", desagüe "municipal"..

3 comentarios:

CBM dijo...

¡Sí, así es!, gracias Marian, y con las reprimendas a gente que ya han pasado los quince años encima escapan hacia el cuarto de baño a fumar, dormir, comer ... lo que no sale es la obsesión por el móvil cuando está prohibido hablar. Sí se hace extraño el mundo en que vivimos ahora. Pensé que era la edad pero es que los que acuden a la biblioteca ¡son también mayores!, no sé dónde aprendieron todo eso pues se sabía perfectamente cómo había que comportarse. Lo del sueño se perdona más porque en ambiente cálido, cerrado y fijando la vista mucho rato, al final el cerebro pide oxigenación y descanso si es que la lectura no es lo suficientemente atractiva, sugerente. Como decía Cernuda,si la tarde es buena, hay que marchar al río,
"Ahí está la inmortalidad para después, en la cual se han resuelto horas amargas que fueron vida, y la soledad de entonces es idéntica a la de ahora: nada y nadie. Mas un libro debe ser cosa viva, y su lectura revelación maravillada tras de la cual quien leyó ya no es el mismo, o lo es más de como antes lo era. De no ser así el libro, para poco sirve su conocimiento, pues el saber ocupa lugar, tanto que puede desplazar a la inteligencia, como esta biblioteca al campo que antes aquí había.

Que la lectura no sea contigo, como sí lo es con tantos frecuentadores de libros, leer para morir. Sacude de tus manos ese polvo bárbaramente intelectual, y deja esta biblioteca, donde acaso tu pensamiento podrá momificado alojarse un día. Aún estás a tiempo y la tarde es buena para marchar al río, por aguas nadan cuerpos juveniles más instructivos que muchos libros, incluido entre ellos algún libro tuyo posible. Ah, redimir sobre la tierra, suficiente y completo como un árbol, las horas excesivas de lectura.

Luis Cernuda
“Ocnos”

Abrazos para Anisia y gracias por sus estupendas composiciones de páginas

Anisia Serendipia dijo...

¡Que buen consejo el de Cernuda, Marta!. Además me lo dan mucho, este consejo, pero yo no hago caso dado mi caracter desobediente de ahora. Aunque hoy he ido no al río sino a la playa. A Zumaia, por San Telmo, por La República de nuestros abuelos. ¡Una mañana maravillosa!: sol, muchos kilometros por delante que conducir, la música a (mi) tope en el coche, el MAR y la buena compañía de una amiga atleta que tengo y que, como tenía a sus hijos en el cole, me ha enseñado por dónde corre ella. El viento... Luego a trabajar ¡qué también es una suerte si se necesita para vivir! Tal vez la próxima vez vaya a algún río...

Anónimo dijo...

Bueno, ¡fuera el río allá donde haya mar!, a Cernuda cualquier ambiente al aire fresco le hubiera parecido igual de bien, y al ánimo y a la salud, mejor.