si caminamos lo suficiente, alguna vez llegaremos a alguna parte, dijo Dorothy

El maravilloso Mago de Oz

Dorothy se levantó y se dió cuenta de que sólo llevaba calcetines, pues los Zapatos Plateados se le habían caído durante su vuelo por los aires y se habían perdido para siempre en el desierto (L. Frank Baum "El mago de OZ", 1900)

¡No para siempre!. Ha pasado sí mucho mucho tiempo hasta este 7 de marzo en el que
shoescribe.com celebró su 1º aniversario con Jerome C. Rousseau y un exclusivo zapato inspirado en Oz: un mundo de fantasía.Un salón "open toe" con tacón alto, realizado en un tejido de malla brillante que se combina con una espiral de cuero dorada, elementos inspirados en la película, pero en una versión plateada en exclusiva para shoescribe.com.
Para la ocasión, Jerome ha creado una magnífica ilustración del modelo que se estampará en las bolsas para zapatos que se regalarán a todos los clientes que efectúen sus compras a partir del lanzamiento del proyecto hasta agotar existencias. (fuente: yoox)

los zapatos de plata, el camino de vuelta a casa (con ellos en la mano)

 
Fue terrible mi sufrimiento, pero durante el año que pasé allí tuve tiempo para pensar que la pérdida más grande que había soportado era la carencia de corazón. Mientras estaba enamorado fui el hombre más feliz de la tierra; pero el que no tiene corazón no puede amar, y por eso decidí ir a pedir a Oz que me dé uno.





Siempre puede haber un tiempo de inocencia.
Nunca existe un lugar. O si no existe un tiempo,
Si no es cosa de tiempo, ni de espacio,

Existiendo, a solas, en su idea,
En el sentido contra la calamidad, no es por ello
Menos real. Para el filósofo más frío y más anciano

Hay o debe de haber un tiempo de inocencia
Como puro principio. Su naturaleza es su fin,
Que debería ser y no ser a un tiempo, una cosa

Que estimula la piedad de un hombre piadoso,
Como un libro al atardecer, hermoso pero falso.
Como un libro al alba, hermoso y verdadero.

Es como una cosa de éter que existe
Casi como predicado. Pero existe,
Existe, y es visible, existe, es.

Así, entonces, estas luces, no son un hechizo de luz,
Un refrán caído de una nube, sino inocencia.
Inocencia de la tierra y no un signo falso

O un símbolo de malicia. Que participamos
De eso mismo, yacemos como niños en esta santidad,
Como si, despiertos, yaciésemos en la quietud del sueño,

Como si la madre inocente cantase en la oscuridad
De la habitación y en un acordeón ¡ apenas oído,
Crease el tiempo y el espacio en el que respirábamos...

Wallace Stevens