Navega el navegante, aunque sepa que jamás tocará las estrellas que lo guían

¡Salud a la cofradía trotacalle y trotamundo!


sábado, 1 de octubre de 2011

caminos del exilio

the Wanderer, el vagabundo, el caminante



The Wanderer
es un viejo poema anónimo inglés conservado en la antología conocida como el Libro de Exeter, ó Codex Exoniensis, un manuscrito que data del siglo 10. Dicen que probablemente el poema Inglés Antiguo más debatido en términos de su significado, origen, e traducción de varias palabras ambiguas.

The Wanderer transmite las meditaciones de un solitario exilado en sus glorias pasadas como guerrero, sus presentes infortunios y la fe en Dios. El guerrero se identifica como "vagabundo", que vaga por los mares fríos y camina "caminos del exilio" (wræclastas). Reflexiona sobre la vida, la degeneración de la gloria terrenal, que se presenta como inevitable, contrastando con la salvacion a través de la fe en Dios.

Oft him anhaga
are gebideð,
metudes miltse,
þeah þe he modcearig
geond lagulade
longe sceolde
a hreran mid hondum
hrimcealde sæ
wadan wræclastas.
Wyrd bið ful aræd!

The Wanderer es un film de Willy Vanderperre, responsable de la última campaña Dior Homme que le da a su colección otoño-invierno 2011 una mística evocadora de los siglos XVII y XVIII con vestimentas propias de la época. La propuesta del director artístico de Dior Kris Van Assche es culminada con la participación del modelo danés, Victor Nylander.

escuche aquí este poema . [Escuchando a Victor Nylander me he acordado de esta página "anglosajón en voz alta". A la izquierda de ésta, pueden escuchar poemas escritos en Anglo-Saxon. Por Michael DC Drot]

versos de Había un Salvador

Desterrados dentro de nosotros mismos levantamos el
suave
implorante, inofensivo amor -seda y sayal- que quiebra
las peñas.

Dylan Thomas

1 comentario:

Anónimo dijo...

pues ya se ve, la fe en Dios y dejándose de ñoñerías y beaterías es una ayuda importantísima en las penas y dificultades de la vida. No en los éxitos y alegrías en las que fácilmente nos olvidamos del que nos las otorga