Navega el navegante, aunque sepa que jamás tocará las estrellas que lo guían

¡Salud a la cofradía trotacalle y trotamundo!


domingo, 20 de julio de 2014

anejo a será porque somos escandinavos


o estamos cerca 

Pobre compañero ¿por qué tocas?
¿Acaso calmará tu dolor?







he de volver

El encuentro de una emoción. Un atmósfera mágica, y eso que la sala estaba llena de guays y no se ven todas las pantallas de la videoinstalación a la vez. Como he dejado el cielo a medio hacer he de volver, una tarde cualquiera cuando no haya nadie.



versos de Deshielo a mediodía

El aire matinal repartió sus cartas con sellos incandescentes.
La nieve iluminó y todos los pesares se alivianaron: un kilo pesaba
apenas setecientos gramos.

Estábamos en el primer capítulo de un relato muy intenso.

Una naturaleza muerta de troncos, en el lago, me puso pensativo.
Les pregunté:
«¿Me acompañan hasta mi niñez?» Respondieron: «Sí».

Desde la espesura se escuchó un murmullo de palabras
en un nuevo idioma:
las vocales eran cielo azul y las consonantes eran ramas negras
y hablaban
muy lentamente sobre la nieve.

Pero la tienda de saldos, haciendo reverencias con su
estruendo de faldas,
hizo que el silencio de la tierra creciese en intensidad.

versos de Tomas Tranströmer de EL CIELO A MEDIO HACER 


Música lenta


El edificio está cerrado. El sol entra por las ventanas
y calienta la parte superior de los escritorios
que son tan fuertes como para cargar el peso del destino del hombre.


Tomas Tranströmer

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