by Jack Peterson |
Venía en el coche ¡justo! a la hora de la siempre amena "jungla sonora" cuando se han puesto a cantar unos marineros, o unos piratas... que me han encantado (en la acepción de hechizado) como le encantan a Luis Cernuda
Los marineros son las alas del amor,
son los espejos del amor,
el mar les acompaña,
y sus ojos son rubios lo mismo que el amor
rubio es también, igual que son sus ojos.
La alegría vivaz que vierten en las venas
rubia es también,
idéntica a la piel que asoman;
no les dejéis marchar porque sonríen
como la libertad sonríe,
luz cegadora erguida sobre el mar.
Si un marinero es mar,
rubio mar amoroso cuya presencia es cántico,
no quiero la ciudad hecha de sueños grises;
quiero sólo ir al mar donde me anegue,
barca sin norte,
cuerpo sin norte hundirme en su luz rubia.
¡Rubia, igual que yo!. Y que mi padre, y que mi abuelo, y que mi bisabuelo y que mi tatarabuelo, que fue un rubio marinero holandés errante por el Mar Cantábrico... del que perdieron el apellido porque era era ... ¿cómo era?.
Me hubiera gustado tanto ser marinero y al atardecer beber Ron de la Hacienda Santa Teresa, para ver dos lunas, como Peter Pan.
3 comentarios:
Si todos eran hombres no se pudo perder el apellido, alguna mujer tendría que haber en medio.
Mejor que ron la nueva versión irlandesa, ancestors míos, ¡un lujo!
http://vimeo.com/75695521
Si, ¡claro!. Una licenciosa
¡Muchísimas gracias! Luxury!
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