Andaba por un caminito y ha llegado una mariposa. Me encantan y últimamente solo las veía en su versión polilla. No tenía ni móvil ni cámara, yo, pero he ido a por ésta confiando en que la mariposa se quedaría esperando. Un rato después, cuando he vuelto allí estaba, sólo me ha dejado sacarle una foto. Pero me he quedado esperando allí, como buena naturalista segura de que volvía. Ha vuelto y le he sacado más.
llena de otoño el horizonte.
Y hasta de mi alma caen hojas.
versos de Neruda
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