la leyenda 15, “El Monte de las Ánimas”
Intenté dormir de nuevo; ¡imposible! Una vez aguijoneada, la imaginación es un caballo que se desboca y al que no sirve tirarle de la rienda. Por pasar el rato me decidí a escribirla, como en efecto lo hice.
Yo la oí en el mismo lugar en que acaeció, y la he escrito volviendo algunas veces la cabeza con miedo cuando sentía crujir los cristales de mi balcón, estremecidos por el aire frío de la noche.
Sea de ello lo que quiera, ahí va, como el caballo de copas. seguir leyendo
1 comentario:
Anisia, hacía tiempo que no leía la prosa de Bécquer: que pura, precisa y eficaz. Buena idea.
Gracias. Estrella
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