Navega el navegante, aunque sepa que jamás tocará las estrellas que lo guían

¡Salud a la cofradía trotacalle y trotamundo!


miércoles, 16 de mayo de 2012

la muerte de Artemio Cruz

en el hospital de Los Angeles, el 15 de mayo en México

el 1de mayo
Este intelectual Carlos Fuentes tuvo también una pasión por el cine que dice que luego se le pasó. Se desarrollo en el 7º Arte como guionista y argumentista sobre todo en los años sesenta y ejerció la  crítica cinematográfica bajo el seudónimo de Fósforo II. Incluso se casó con una actriz.

“Nos sentábamos a trabajar y él decía: oye, Carlos, esa coma me parece muy mal puesta. Y yo le respondía: oye, Gabo, me parece que ese adjetivo no va".

“Así nos pasábamos todo el día discutiendo, pero de literatura, y no de cine. Un día dijimos basta. El cine es otro arte, es visual, popular, inmediato, mientras que la literatura es convertir el lenguaje en imaginación y sólo a eso me dedico ahora”.

¡gringo viejo! Justo que hoy empezaba el festival de cine de Cannes ...



La muñeca reina

Vine porque aquella tarjeta, tan curiosa, me hizo recordar su existencia. La encontré en un libro olvidado cuyas páginas habían reproducido un espectro de la caligrafía infantil. Estaba acomodando, después de mucho tiempo de no hacerlo, mis libros. Iba de sorpresa en sorpresa, pues algunos, colocados en las estanterías más altas, no fueron leídos durante mucho tiempo. Tanto, que el filo de las hojas se había granulado, de manera que sobre mis palmas abiertas cayó una mezcla de polvo de oro y escama grisácea, evocadora del barniz que cubre ciertos cuerpos entrevistos primero en los sueños y después en la decepcionante realidad de la primera función de ballet a la que somos conducidos. Era un libro de mi infancia -acaso de la de muchos niños- y relataba una serie de historias ejemplares más o menos truculentas que poseían la virtud de arrojarnos sobre las rodillas de nuestros mayores para preguntarles, una y otra vez, ¿por qué? Los hijos que son desagradecidos con sus padres, las mozas que son raptadas por caballerangos y regresan avergonzadas a la casa, así como las que de buen grado abandonan el hogar, los viejos que a cambio de una hipoteca vencida exigen la mano de la muchacha más dulce y adolorida de la familia amenazada, ¿por qué? No recuerdo las respuestas. Sólo sé que de entre las páginas manchadas cayó, revoloteando, una tarjeta blanca con la letra atroz de Amilamia: Amilamia no olbida a su amigito y me buscas aquí como te lo divujo.seguir leyendo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El cine que vio fósforo. Alfonso Reyes

Anisia Serendipia dijo...

En 1915 apareció la revista España dirigida por Ortega y Gasset. A Federico de Onís de la sección crítica cinematográfica bajo el pseudónimo de «El Espectador», le sucedió «Fósforo», un pseudónimo usado indistintamente por el periodista Martín Luis Guzmán y el ensayista y diplomático Alfonso Reyes, ambos mejicanos. En 1916 «Fósforo», en la persona de Reyes, comienza el mismo trabajo para el periódico El Imparcial. Sus escritos son fundamentales para la crítica cinematográfica por ser un adelantado a su época y por ser el primer/ros intelectual/es que se acercaron al cine como un arte.

Anisia Serendipia dijo...

De estos cogió fuentes su seudonimo Quizá debveria haber sido tercero. Fosforo III