La verdad es que grietas no faltan
Anisia Serendipia
AMÉN, ZU HOR TA NI HEMEN Exposición de Ismael Iglesias en el Museo de Arte e Historia de Durango. Hasta el 3 de enero de 2016.
MIS OJOS, QUE CODICIAN COSAS BELLAS_ Si las ventanas de la percepción fuesen limpiadas, cada cosa aparecería ante el hombre como verdaderamente es: infinita. Pero el hombre se ha recluido en sí mismo hasta tal punto que solo ve las cosas a través de las grietas de su caverna.
AMÉN, TÚ AHÍ Y YO AQUÍ. Puede que este título no quiera abrir ningún tipo de grieta pero se me antoja ejemplo de práctica bastarda. Bastarda en la acepción de que lo aparta de sus características originales, de ese momento primigenio en el que el YO artista lo pronuncia porque, al repetirlo el yo que contempla, ¿qué sentido tiene para mí, ahora que YO soy yo, poner esa distancia si el proceso de la emoción está precisamente en el hacerse similar, en ese “soy tú misma” que en el cuento de Abenarabi logra abrir una puerta infranqueable hasta ese momento para el amado? Lo advierte ya el artista en su catálogo: la individualidad se ha descontrolado…
1_ archivos temporales_ Porque de ninguna manera podría ser que ese TÚ y ese YO fuese una grieta entre el artista y su obra. Porque deslumbrantes óleos sobre aluminio llenan una pequeña sala con umbilicales que religan al artista con sus creaciones. Cuerdas como aquellas con las que Ulises se hizo atar al mástil de su navío para sobrevivir al canto de las sirenas al pasar frente a Sorrento. Porque nada impedirá que Ulises llegue a su destino, nada le desviará al artista de su Ítaca… Unos umbilicales de entre los cuales casi se espera ver salir al más elegante de los caballeros. Al propio Arturo con su cota de malla; iluminadas por el resplandor de Excalibur, a las sirenas aladas de Waterhouse sobrevolando la cresta de esa sublime ola de Kanagawa cuando se eleva; oír la explosión de orgullo del replicante Rutger Hauer en la inolvidable voz de Constantino: Yo he visto cosas que vosotros (los humanos) no creeríais…
2_Strujen_. Desde las arrugas de lo bello unos ojos nos miran en suaves colores desprevenidos, viendo sin dolor pasar el tiempo.
3_ Prácticas bastardas_ De nuevo un título, La fin du langage, que intimida. El fin del lenguaje, de nuestra herramienta más valiosa. Y me apena. Es un texto al que a pesar de haber sufrido la censura, o la calificación de examen muy deficiente, envuelve una atmósfera serena. Y he pensado en lo que Rotko decía, que pintaba cuadros grandes para crear un estado de intimidad que te hace entrar en él. Y lo hago, para salvar esa grieta abierta por una individualidad que se ha descontrolado. Y lo hago con la palabra, la de los versos del Manifiesto de Munarriz, ¿y para qué? … para que todo cobre otro sentido, una vez asumido el sinsentido que es todo… Para poder tomar el sol y el aire y sentarse en la hierba con la gente y ponerse a charlar largo y tendido, A favor del cansancio y del descanso… Por el juego y el sueño y los amigos, en defensa de lo que se ha perdido, de la paz verdadera del sosiego, de la palabra limpia… y del silencio. El cuadro es grande, 126×163, había sitio.
4_Astracción Cinética_ La ilusión óptica de un caleidoscopio a favor de los bosques y su antiguo modo de ser en otoño, invierno y primavera. Leo, en ese catálogo que el artista ha diseñado con tanto mimo como si de una obra más se tratara, que la Abstracción Cinética procede de su formación matemática donde descubrió lo que esta tiene de misterioso en relación con la naturaleza rozando el componente mágico, ese que me ha hecho ver, justo en el momento del giro de ese prisma, a Meg Merrillies, la vieja gitana que murió de inanición porque, en vez de cenar contemplaba fijamente la luna sobre el bosque. Sobre esa ilusión verde, donde titilan las hadas con los ciervos que beben en los lagos.
Vayan a verla, para que todo cobre otro sentido este mes de invierno.
“Así sea, tú ahí y yo aquí”, lo que también viene a converger con aquello que dijera Don Quijote a Sancho:
y a otro le parecerá otra cosa.
“… que tienes el más corto entendimiento que tiene ni tuvo escudero en el mundo. ¿Que es posible que en cuanto ha que andas conmigo no has echado de ver que todas las cosas de los caballeros andantes parecen quimeras, necedades y desatinos, y que son todas hechas al revés? Y no porque sea ello ansí, sino porque andan entre nosotros siempre una caterva de encantadores que todas nuestras cosas mudan y truecan, y las vuelven según su gusto y según tienen la gana de favorecernos o destruirnos; y, así, eso que a ti te parece bacía de barbero me parece a mí el yelmo de Mambrino, y a otro le parecerá otra cosa”
5 de diciembre de 2015
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así al pasar recuerdo
las que separan a zurdos y diestros
Mario Benedetti